El adjetivo compacto procede del latín compactus, a su vez derivado de compingĕre (que puede traducirse como “juntar”). Algo compacto se encuentra condensado, resumido o apretado, sin espacios libres o poros. También se le dice compacto a aquello de dimensiones reducidas o que resulta sólido.
Por ejemplo: “A partir de la semana próxima, el diario comenzará a publicarse en un formato compacto”, “Cuando cumplí dieciocho años, mi padre me regaló un automóvil compacto”, “Hemos logrado formar un equipo compacto, sin fisuras”.
Un disco compacto, también conocido con la expresión inglesa compact disc o la sigla CD, es un disco óptico que se emplea para el almacenamiento de información digital, como música, fotografías y vídeos.
Estos discos compactos tienen un espesor de 1,2 milímetros y un diámetro de 12 centímetros. De acuerdo al tipo de datos que contienen, pueden reproducirse en computadoras (ordenadores), equipos de audio, lectores de DVD u otras máquinas.
Los discos compactos alcanzaron su auge en los años 90, pero su popularidad fue decayendo poco a poco con el surgimiento de la música en formato digital. En un principio, la piratería amenazaba con destruir la industria, pero con el tiempo aparecieron nuevas opciones de distribución digital que benefician a los artistas y a los consumidores, con precios accesibles y una calidad satisfactoria, aunque no tan fiel a la fuente como la del CD (nótese que el disco compacto también sacrifica ciertos matices de las grabaciones para almacenar tantas pistas).
Se llama automóvil compacto, por otra parte, al coche de tamaño reducido. Además puede decirse que un automóvil es compacto cuando presenta una carrocería tipo Hatchback (con una cabina para los pasajeros que incluye el maletero integrado, accesible a través de una puerta trasera) o cuando pertenece al denominado segmento C (con espacio para cinco personas adultas).
Aquello que presenta un tamaño o un formato más pequeño que otros de su clase, por último, también puede recibir la calificación de compacto: una cámara fotográfica compacta, un teléfono compacto, una ciudad compacta, etc. Por lo general lo compacto se asocia a la simpleza o a la comodidad de uso.
Tomando el ejemplo de la cámara fotográfica compacta podemos señalar otras características que a veces se desprenden de los productos de este tipo. Si bien por un lado ofrece la ventaja de poder llevarse en cualquier bolso o incluso en un bolsillo, de no tener partes móviles que puedan perderse ni romperse con facilidad y de ser muy accesible a cualquier usuario, con o sin conocimientos previos de fotografía, la cámara compacta es muy inferior a la réflex en cuanto a sus prestaciones, de manera que no podría reemplazarla en cualquier situación.
Por otro lado, el consumidor debe entender estas diferencias antes de tomar un decisión, ya que no todos necesitan la complejidad que ofrece un producto tradicional o profesional. En la actualidad las cámaras fotográficas no tienen ni una pizca de la popularidad que alcanzaron décadas atrás, a causa de la gran calidad de las cámaras presentes en los teléfonos móviles (los smartphones); aquí tenemos un ejemplo peculiar de un producto ultra compacto que deja atrás a uno compacto, aunque también pierde prestaciones en el proceso de reducir sus dimensiones.
En el ámbito del diseño gráfico de páginas web, el concepto parece tener más ventajas que desventajas ya que hace referencia a una presentación «limpia», con pocas opciones a la vista y una interfaz de usuario fácil de entender. Por ejemplo, un diseño compacto suele agrupar tantas opciones como sea posible bajo un mismo apartado, al cual se accede desde un solo botón, y del mismo modo busca centralizar todas las funciones en una única barra de herramientas.
