Las plataformas para compartir fotos (Flickr, Pinterest) funcionan como comunidades en línea.
Las comunidades en línea son conjuntos de individuos que comparten intereses e interactúan entre sí en un espacio virtual. Se trata de grupos de personas que, haciendo uso de plataformas o servicios digitales, se organizan de un cierto modo a través de Internet.
En la actualidad, las comunidades en línea suelen crearse y desarrollarse gracias a las redes sociales. No obstante, antes existían otros recursos que servían para el mismo fin, como los foros de discusión, que siguen existiendo pero han perdido popularidad.
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ResumenHistoria de las comunidades en línea
Las comunidades en línea surgieron a fines de la década de 1970 con el llamado Bulletin Board System, más conocido por la sigla BBS. Este tipo de software hacía posible el intercambio de información mediante la conexión de una línea de teléfono a una red. Se considera que estos tablones de anuncios fueron los antecesores de los foros de Internet. A nivel militar, académico y científico, el antecedente fue ARPANET, una red informática que se estableció por impulso del Departamento de Defensa estadounidense.
Con la aparición y luego la masificación de Internet, las comunidades en línea (también llamadas comunidades online) se multiplicaron. Los programas de mensajería, las salas de chat y el correo electrónico, todas herramientas disponibles en la World Wide Web, hicieron proliferar estas agrupaciones.
Con el tiempo, los medios sociales (Facebook, Instagram, Twitter) se transformaron en el recurso más usado para la construcción de comunidades en línea. Los grupos de Facebook y el uso de hashtags y tendencias, por ejemplo, son instrumentos muy empleados.
Incluso las plataformas de video (YouTube, Vimeo), los servicios de mensajería instantánea (WhatsApp, Telegram) y los mercados en línea (Etsy, eBay) pueden dar lugar a comunidades digitales.
Los miembros de comunidades en línea cuentan con avatares y perfiles de usuario.
Sus características
Las comunidades en línea se definen por varias características distintivas. Por un lado, funcionan mediante un sistema digital que posibilita las comunicaciones y favorece el vínculo entre los integrantes.
Si nos centramos en los usuarios, son sujetos que comparten una afición, un gusto o una inclinación, siendo aquello en común lo que los lleva a reunirse. La comunidad puede adoptar diferentes estructuras, con distintas reglas internas y con miembros que pueden tener, o no, un rol concreto.
Gracias a la virtualidad, estas comunidades no tienen una sede física y sus integrantes por lo general ni siquiera se conocen personalmente. Entre ellos surge un sentido de pertenencia que crea lazos simbólicos.
La moderación y administración de comunidades en línea es un aspecto muy importante. Más allá de la regulación aplicada, es habitual que promueva el respeto por la netiqueta (etiqueta en Internet) para evitar los conflictos internos.
Hay foros de soporte técnico que se constituyen como comunidades virtuales.
Ejemplos de comunidades en línea
Podemos encontrar ejemplos de comunidades en línea en el activismo digital. Es habitual que las personas se reúnan para defender causas o ideas, impulsando campañas y acciones desde la Web.
En las plataformas de petición en línea (Change.org) suelen formarse este grupos. Una comunidad puede promover la protección de los bosques tropicales, por ejemplo, reuniendo firmas y apoyos para tratar de incidir en las autoridades que deben controlar la contaminación. Otra comunidad virtual, asimismo, puede luchar para impedir el cierre de un centro cultural, por mencionar otra posibilidad.
Las comunidades de aprendizaje en línea son otro ejemplo. Quienes participan de MOOCs (cursos en línea masivos y abiertos) intercambian información y se ayudan mutuamente. Eso es habitual en las principales plataformas de aprendizaje en línea (Coursera, Udemy).
Su utilidad
El intercambio de información suele ser el objetivo principal de una comunidad en línea. Los miembros aportan y solicitan datos sobre el tema específico del grupo, que puede ser desde un artista hasta un club de fútbol, pasando por una causa social o un oficio.
En este marco también se pueden intercambiar opiniones. Estas comunidades invitan al debate, muchas veces con administradores o moderadores que apuntan a mantener la armonía. No se puede dejar de mencionar que el anonimato en Internet propicia que haya ciberacoso y trolls agrediendo.
Cabe resaltar que hay comunidades virtuales que funcionan como redes de apoyo y grupos de autoayuda. Como se puede advertir, estas clases de agrupaciones favorecen la expresión de las emociones y giran en torno a la empatía.
Las comunidades en línea y las empresas
Las compañías apuestan por el marketing en redes sociales para la construcción de comunidades en línea. De este modo se fomenta la fidelidad a una marca.
Por supuesto, se necesita de personal de la empresa que incentive la participación de los miembros. Es clave que la comunidad brinde un espacio valioso e interesante para los integrantes y que no sea simplemente un ámbito para la puesta en marcha de campañas de publicidad en línea.
Cuando la comunidad funciona como tal, los clientes interactúan y satisfacen sus necesidades en este tipo de espacios. Así se incrementa el valor de la marca e incluso la dinámica puede contribuir a incrementar las ventas.
Otro aspecto importante es que la compañía resuelva dudas y brinde asesoramiento a los consumidores a través de la comunidad en línea. Dicha prestación refuerza la lealtad.
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