El origen etimológico del término concomitante que ahora nos ocupa se encuentra en el latín. En concreto, deriva de la palabra “concomitari”. Es un verbo que se forma a partir de la suma de dos elementos claramente delimitados como son estos:
-El prefijo “con-”, que significa “junto”.
-El verbo “comiari”, que puede traducirse como “acompañar”.
Este concepto llegó a nuestra lengua como concomitante, un adjetivo que se emplea para nombrar a aquello que surge o interviene en conjunto con otra cosa.
Por ejemplo: “El director del nosocomio municipal informó que el paciente está siendo atendido por hepatitis mientras recibe un tratamiento concomitante para el VIH”, “El contador me dijo que ambos comprobantes fiscales tienen que emitirse en forma concomitante”, “El aumento de la productividad debería reflejarse en un incremento concomitante de las ganancias”.
Hay cuadros médicos que requieren el suministro concomitante de diferentes medicaciones.
TemasLo concomitante en una relación sentimental
De la misma manera, podemos establecer que este término también se utiliza dentro del ámbito de las relaciones de pareja. En concreto, se puede indicar que un chico y una chica comienzan a salir y se convierten en novios porque se han dado distintas circunstancias concomitantes que así lo han permitido. Nos estamos refiriendo a que se han conocido, a que se han atraído físicamente, a que comparten gustos y aficiones e incluso a que tienen en común ideas.
Partiendo de eso también puede suceder que una pareja decida ponerle punto y final a su historia de amor porque se han producido factores concomitantes que han llevado a tomar esa decisión. Así, puede suceder que haya tenido lugar no solo que estaban distanciados sino también que ya no se encontraban enamorados, su vida en pareja era rutinaria, apenas se comunicaban, no compartían tiempo de ocio en común…
En el terreno de las investigaciones policiales suele hablarse de circunstancias concomitantes.
El concepto en la medicina
El concepto suele emplearse en el terreno de la medicina cuando se desarrollan dos tratamientos o se suministran varios fármacos de manera simultánea.
Supongamos que una persona sufre de diabetes y de hipertensión. Ambos trastornos requieren de un tratamiento: por eso el médico puede indicarle que tome dos remedios en forma concomitante. Esto quiere decir que el paciente tomará una pastilla para la diabetes y otra pastilla para la hipertensión, sin optar por una u otra.
Lo concomitante en otros ámbitos
El director técnico de un equipo de fútbol, por su parte, puede desarrollar varias estrategias concomitantes con el objetivo de que sus jugadores tengan un buen rendimiento en el campo de juego. En este marco, un día de entrenamiento puede incluir sesiones de trabajo físico, charlas tácticas, la proyección de videos para analizar a los rivales y hasta reuniones con un psicólogo. Se trata de actividades que no son excluyentes entre sí, sino concomitantes: todas forman parte de la rutina del equipo en cuestión por decisión de su entrenador.
En el ámbito policial, por último, se habla de circunstancias concomitantes. Estas son indicios que tienen lugar durante lo que es la ejecución de la conducta investigada, concretamente desde el inicio hasta la consumación. Se manifiestan a través de huellas, de manchas de sangre, de lesiones…
