Del vocablo latino confirmatio es de donde procede el término que ahora vamos a analizar en profundidad. Un vocablo aquel fruto de la unión del prefijo con– que es sinónimo de «junto», de la palabra firmus que equivale a «firme» y del sufijo –ción que puede traducirse como «acción».
Confirmación es un término vinculado al verbo confirmar (corroborar, certificar, autentificar o validar algo). La confirmación, por lo tanto, es una ratificación de la validez de alguna cosa.
Por ejemplo: «La confirmación del embarazo llegó a través de un comunicado de prensa enviado por la actriz a los medios de su país», «Los rumores indican que el entrenador renunciará en las próximas horas, aunque aún no hay una confirmación oficial al respecto», «El análisis del ADN dio la confirmación necesaria y permitió la encarcelación del acusado».
La confirmación en un proceso judicial
La confirmación también forma parte de la retórica. En este caso, el término se utiliza para nombrar al fragmento de una alocución en el cual se suministran las evidencias necesarias para lograr la demostración de una proposición.
Así, por ejemplo, podemos exponer que la confirmación se convierte en parte fundamental de los diversos procesos judiciales que tienen lugar y que tratan de esclarecer un delito en concreto.
Un sacramento
Para la Iglesia Católica, la confirmación es un sacramento a través del cual aquellos que ya han recibido el bautismo, se integran a la colectividad católica de manera integral. En ciertas ramas del catolicismo, la confirmación se administra inmediatamente tras el bautismo. En la Iglesia Católica Apostólica Romana, en cambio, el ritual se desarrolla al comienzo de la vida adolescente, por lo general veinticuatro meses después de que el católico haya recibido la Eucaristía por primera vez.
Cualquier persona que haya tomado la decisión de realizar la confirmación debe saber que la misma se realizará en una ceremonia muy sencilla, a la que acudirán sus familiares y en la que debe contar con un padrino o madrina. Figura esta que le acompañará en todo momento durante la citada ceremonia y que le dará su apoyo en esta ratificación de su fe y de pertenencia a lo que es la Iglesia.
La citada institución eclesiástica siempre recomienda a quienes van a tomar este sacramento que acudan al acto convenientemente vestidos. Así, los hombres deben llevar traje de color oscuro y las mujeres, por su parte, deben aparecer bien con un vestido sencillo o bien con un traje de chaqueta y pantalón.
Cómo se concreta la confirmación
La confirmación se concreta cuando el sacerdote impone sus manos y unta al fiel con un aceite sagrado. Antes del rito, el creyente debe asistir a una formación de catequesis que se centra en cuestiones como los sacramentos, las Sagradas Escrituras, los santos y la iglesia en general. La persona, por otra parte, debe estar en estado de gracia (es decir, sin contar con un pecado mortal) antes de recibir este sacramento.
Lo habitual en estos casos es que el religioso encargado de llevar a cabo el citado sacramento de la confirmación sea el obispo. No obstante, siempre y cuando este no pueda asistir a oficiar el mismo, podrá sustituirle convenientemente el sacerdote que aquel designe y cuando cuente con su delegación.