Conmoción cerebral
Una conmoción cerebral es una lesión que genera una interrupción del funcionamiento normal del cerebro a causa de un traumatismo. Tras un episodio de esta naturaleza, las secuelas pueden incluir la pérdida de la conciencia.
Existen diversas causas que pueden generar una conmoción cerebral. Entre las más comunes se encuentra cualquier impacto que lleve al cerebro a rebotar contra el cráneo: un accidente automovilístico, una caída, un golpe, etc. Por ejemplo: «El piloto de Ferrari sufrió una conmoción cerebral al estrellarse contra un paredón a más de 200 kilómetros por hora», «Los golpes propinados por los maleantes le causaron una conmoción cerebral y la víctima permanece internada en observación», «El abuelo de Javier se cayó y se dio un fuerte golpe en la cabeza: tuvo una conmoción cerebral, pero ya se recuperó».
Muchas veces, los factores que pueden aumentar las probabilidades de sufrir una conmoción cerebral son ciertas lesiones en el cráneo provocadas por golpes que, cuando ocurren, no reciben la atención suficiente, a causa de no mostrar secuelas evidentes. Esto es muy común durante la práctica de ciertos deportes, tales como el fútbol, o de actividades que pongan en riesgo el cuerpo, como trabajos forzosos o viajes a altas velocidades. Por otro lado se encuentran la ingesta de alcohol y de ciertos medicamentos y la falta de horas de sueño.
Síntomas y tratamientos
Entre sus síntomas, que pueden permanecer durante períodos superiores a un mes, podemos mencionar: dificultad para entender la realidad, olvido de los detalles del suceso que causó la conmoción, jaquecas y molestias en el cuello, deficiencia en la concentración y la organización de la vida cotidiana, fatiga y alteraciones del sueño. Asimismo, crece la sensibilidad a los sonidos y la luz, lo cual acarrea una pérdida de nitidez visual y la percepción de ruidos constantes que contribuyen con el malestar general.
El tratamiento indicado para la recuperación de una conmoción cerebral suele incluir la disminución de actividades estresantes o que requieran de grandes esfuerzos físicos, evitar el consumo de medicamentos que no hayan sido expresamente recetados luego del diagnóstico y evitar por todos los medios una nueva lesión. Es siempre recomendable contar con la supervisión de un adulto, para actuar en situaciones tales como el sueño excesivo.
Conmoción interna
En algunos países, se conoce con el nombre de conmoción interna a un recurso excepcional del Poder Ejecutivo que le permite actuar en casos de graves alteraciones del orden público, que generen situaciones difíciles o imposibles de controlar por medio de las leyes. Se trata de una declaración de emergencia que puede afectar a ciertas regiones o al país en su totalidad y que puede durar hasta tres meses.
Durante este período de 90 días, el Jefe de Estado tiene la posibilidad de tomar medidas tales como la derogación de ciertas disposiciones. Por su parte, el Congreso goza del derecho a estudiar la decisión del Presidente, valiéndose de un documento por él emitido, a lo largo de los tres días posteriores a la declaración de conmoción interna. Asimismo, una vez que finaliza la situación de emergencia, las cámaras tienen el poder de realizar modificaciones, adiciones y derogaciones a cualquier decreto que haya sido expedido durante la misma.
Otros usos del término
La conmoción también puede ser una turbación anímica por una noticia o una sorpresa: «Cuando me enteré de la novedad, sentí una gran conmoción y empecé a gritar», «La mujer escuchó al policía y quedó paralizada: la conmoción fue tan grande que ni siquiera rompió en llanto».
Conmoción, por último, puede ser un levantamiento o tumulto en un pueblo o una ciudad: «La conmoción en Villa San Martín ha obligado al intendente a renunciar», «Las fuerzas de seguridad se vieron obligadas a intervenir ante la conmoción de los manifestantes».