Se denomina conservadurismo a la doctrina característica de los partidos políticos conservadores. El término también permite aludir a la postura conservadora en cuanto a las ideas.
Mantener el estado actual
Para comprender qué es el conservadurismo, por lo tanto, primero hay que centrarse en la noción de conservador. Este adjetivo se emplea para calificar a la inclinación a salvaguardar y proteger las tradiciones y el orden social vigente.
El conservadurismo, en este marco, implica la defensa del statu quo. Pretende mantener inalterable el estado de las cosas, oponiéndose a las grandes modificaciones y a las innovaciones.
Contrario al progresismo
De manera opuesta al progresismo, el conservadurismo rechaza los cambios económicos, sociales y políticos. Su aspiración es evitar las reformas radicales e impedir cualquier tipo de revolución.
Por sus características, puede decirse que el conservadurismo es una posición reaccionaria y de derecha. Por lo general busca sostener y promover los valores de la religión, aferrándose a los preceptos morales más tradicionales e incluso arcaicos.
Aunque existen diferentes corrientes, el conservadurismo suele basarse en la defensa de la propiedad privada y en la represión de las manifestaciones disidentes como mecanismo para favorecer la cohesión social. De todos modos postula la importancia de la libertad individual.
A modo de ejemplo, es posible afirmar que el conservadurismo de hoy en día no aprueba la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo ni la producción, la comercialización y el consumo de cannabis, por mencionar dos asuntos que se están debatiendo en diversas naciones. Tampoco apoya el avance del feminismo, ya que la igualdad de género exige una renovación de las estructuras sociales.
Conservadurismo y vida
Como mencionamos más arriba, por lo general el conservadurismo no está de acuerdo con el aborto, pero sus ideas tienen una relación con la vida que también alcanza la investigación con células madre y la eutanasia, otros dos procedimientos a los que se opone. La preservación de las libertades individuales es otro de los objetivos de esta clase de conservadurismo, sobre todo cuando se trata de valores que se hayan originado en la tradición propia de la nación y que se asocien con sus rasgos culturales.
Cabe señalar que no todos los partidos que se identifican con el conservadurismo tienen los mismos puntos de vista frente a éstos u otros temas. A pesar de ello, a nivel histórico es innegable que siempre ha tenido una tendencia opuesta a la «destrucción» de la vida humana, de manera que cualquier propuesta que incluya esta condición no tiene mucho futuro.
Conservadurismo y familia
La estructura de la familia es uno de los temas más importantes a nivel social, que protagoniza discusiones con dos posturas opuestas: los que exigen el respeto a una que no responda a las tradiciones, con características tales como padres solteros o matrimonios compuestos por personas del mismo sexo; aquéllos que simplemente aceptan familias formadas por padre, madre e hijos.
El conservadurismo rechaza la separación del matrimonio, sobre todo el divorcio, pero también la relación marital sin un vínculo matrimonial (lo que se conoce como concubinato). No sólo se opone al matrimonio homosexual, sino también a la adopción por parte de personas del mismo sexo, ya que se opone a la imagen tradicional de familia que intentan proteger. Cabe mencionar que, curiosamente, también existen conservadores que sí respetan en cierta medida a la comunidad LGTB.
Otro de los puntos fundamentales para el conservadurismo a la hora de tratar la forma ideal de familia es el llamado adultocentrismo, es decir una relación que da al adulto el poder para que lo ejerza sobre el menor, siendo para este último un modelo a seguir en todos los aspectos de la vida.