La contabilidad es la ciencia y técnica que se encarga de brindar información útil para la toma de decisiones económicas. Su tarea consiste en estudiar el patrimonio y reflejar los resultados en estados contables o financieros, que suponen el resumen de una situación económica.
Bancario, por su parte, es un adjetivo que refiere a lo perteneciente o relativo a la banca mercantil. Cabe recordar que un banco es, en este sentido, una entidad financiera dedicada a la administración de dinero, que ofrece servicios como préstamos de capital y depósito de valores.
Qué es la contabilidad bancaria
La contabilidad bancaria, por lo tanto, es una noción que está vinculada a la rama contable dedicada al análisis de los elementos financieros que circulan internamente en una entidad bancaria.
Gracias a esta disciplina, se registra la información referente al dinero que circula en el banco, por lo que la contabilidad bancaria aporta conocimientos a los gerentes para que éstos puedan tomar las mejores decisiones para la entidad.
Los productos y los servicios ofrecidos por el banco dependen, en gran parte, de los estados reflejados por la contabilidad bancaria. Al conocer con precisión cuál es el flujo de capital interno en la entidad, los encargados de tomar decisiones pueden determinar qué tipo de productos y servicios lanzar para los clientes.
Cuestiones a analizar
Además de todo lo expuesto, es necesario dejar constancia de otros aspectos fundamentales de la citada contabilidad bancaria. En concreto, hay que tener en cuenta que debe sustentarse en tres pilares:
• El conocimiento real de los costos, ya que es la manera de que se puedan reducir.
• El conocimiento de las rentabilidades, respecto a cada uno de los productos y servicios que se tienen.
• El control de las llamadas variables fundamentales. En concreto, entre ellas está, por ejemplo, el tipo de riesgo que la entidad bancaria pertinente puede o quiere asumir en cada momento.
Información clara y detallada, la clave de la contabilidad bancaria
De la misma manera, es imprescindible que, dentro de ese tipo de contabilidad, la entidad tenga siempre un conocimiento y una gestión al día y pormenorizada de lo que son las cuentas corrientes, el otorgamiento de préstamos, los depósitos a plazo fijo, las cuentas de ahorros o las aperturas de créditos, por ejemplo.
Por supuesto, no hay que pasar por alto otras dos características fundamentales que tiene que poseer toda contabilidad bancaria:
• Debe ser sinónimo de información clara.
• Es imprescindible que se encuentre a disposición de los proveedores, clientes o usuarios, por ejemplo.
Herramienta para el cuidado del patrimonio
Los costos, la rentabilidad y los riesgos están entre las variables más importantes que analiza la contabilidad financiera. El objetivo es cuidar el patrimonio de la entidad para que el desarrollo de las actividades no amenace la estabilidad de la organización y permita obtener ganancias.
Muchos son los profesionales del sector bancario o del ámbito de la contabilidad, que toman la decisión de formarse en el área concreta que estamos analizando. Para ello realizan cursos donde adquieren todos los conocimientos relativos a cuestiones tales como las operaciones económico-financieras, la gestión de inversiones, la legislación contable, la contabilización de operaciones bancarias, la aplicación de gestión de tipo contable…