El origen del término contrariado se encuentra en el verbo contrariar, que alude a contradecir, amargar o enojar a alguien. Por ejemplo: “Estoy contrariado por lo que sucedió en la fiesta”, “El actor se mostró muy contrariado por las declaraciones de su ex esposa”, “Contrariado, el joven se alejó del lugar en silencio”.
Quien se siente contrariado, por lo tanto, está disgustado al notar que algo resulta opuesto a sus ideas o sus previsiones. Tomemos el caso de un entrenador de fútbol que es contratado por un equipo con el objetivo de ganar un campeonato o de, al menos, ubicarse en los primeros puestos. Seis meses después, su equipo se encuentra en el último lugar de la tabla de posiciones, con un récord de dos partidos ganados, cinco empatados y siete perdidos. Esta situación hace que el entrenador esté contrariado: la realidad es muy diferente a lo que esperaba conseguir cuando inició su trabajo. Por eso se siente frustrado.
Una persona puede manifestar que está contrariada ya que así se siente: enfadada, triste, afligida. Un hombre, en este marco, puede decirle a su socio: “Quedé contrariado por lo que me comentaste ayer por teléfono: ¿realmente planeas abandonar la empresa?”. En otros casos, alguien puede asegurar que otra persona está contrariada debido a lo que reflejan sus gestos o su actitud corporal. Un periodista, en este sentido, puede señalar que a un actor se lo vio contrariado a la salida de una reunión que mantuvo con un productor. Solo el protagonista, por supuesto, sabe si realmente se siente de ese modo.
Entre los sinónimos del término contrariado, además de los expuestos hasta el momento en los párrafos anteriores, podemos destacar apenado, desilusionado, desengañado e insatisfecho. Cabe mencionar que también existe un matiz que hace referencia al humor de quien se siente de esta manera, y por eso se puede decir que la palabra malhumorado es otro de sus sinónimos.
Cuando realizamos un determinado esfuerzo y nos da un resultado opuesto al que esperábamos, o bien cuando una persona nos expresa ideas opuestas a las nuestras y esto hiere nuestra sensibilidad de alguna manera, nos sentimos contrariados y, muchas veces, esto se advierte en forma de mal humor. De todos modos, es necesario diferenciar éste del mal humor que surge a causa de cuestiones triviales, que no están relacionadas con las expectativas sino quizás con la falta de sueño, por ejemplo.
Si nos enfocamos en el verbo contrariar, encontramos una serie de sinónimos que resultan muy interesantes para continuar ahondando en el significado de estos conceptos: desazonar, contradecir, enfadar, disgustar, fastidiar, enojar, mortificar, incomodar, atacar y estorbar son algunos de los más relevantes.
En este abanico de palabras encontramos diferentes intensidades que vale la pena señalar; por ejemplo, es curioso que contradecir se halle en la misma lista que mortificar: el primero se define como «decir lo contrario de lo que otro individuo afirma, o bien negar aquello que considera cierto»; el segundo, por su parte, significa «causar molestia o pesadumbre, afligir«. A simple vista, podemos decir que ambas acciones pueden llevar a alguien a sentirse contrariado, aunque ésta sea tan sólo una de las muchas posibilidades.
Como suele suceder con otros términos de naturaleza similar, en este caso nos encontramos con un solo antónimo que es suficiente para representar la sensación de quien se encuentra en el extremo opuesto a la contrariedad: satisfecho. Mientras que para definir la palabra contrariado debemos recorrer una serie intrincada de sentimientos y sensaciones, el estado opuesto es tan simple y tan agradable como la satisfacción, aunque ésta no resulte necesariamente menos compleja, ya que para cada individuo puede evocar situaciones muy diferentes.