El término corneta es un diminutivo de cuerno. El concepto alude a un instrumento de viento que es similar al clarín. Según sus características, la corneta se utiliza en diversos ámbitos, siendo los más comunes las marchas y las ceremonias militares.
Se trata de un instrumento musical de metal cuyo sonido, más grave que el producido por el clarín, se obtiene cuando los labios del músico vibran en la boquilla y generan un flujo de aire.
La corneta tiene su origen en la corneta de posta, también llamada trompa de posta, que nació con forma de arco y luego se volvió circular. Este instrumento se usaba para anunciar la llegada o la salida de correo. A comienzos del siglo XIX, a la corneta de posta se le añadieron pistones y así surgió la corneta contemporánea.
Gracias a los tres pistones que tiene la corneta, el intérprete puede alterar la altura del sonido. Las cornetas se usan en la música clásica, en el jazz y en las bandas militares. Louis Armstrong, Don Cherry y Herbert L. Clarke son algunos de los cornetistas que se destacaron a lo largo de la historia.
A la corneta que no tiene pistones actualmente se la conoce como corneta natural o corneta de banda de guerra. En este caso, los diferentes sonidos se obtienen según la presión y la posición de los labios.
Dentro del rango que cubre a corneta, que abarca aproximadamente una octava y media con ciertas excepciones particulares, la altura del sonido está directamente relacionada con la expulsión de aire que realiza el músico a cada momento. Los instrumentos de viento suelen ser muy desgastantes, y por eso se recomienda alcanzar un estado de relajación antes de comenzar a tocar.
Si bien puede parecer un instrumento atractivo para muchos, dada su peculiaridad, es importante señalar que el estudio de la corneta es muy arduo y sacrificado, ya que toma mucho tiempo y esfuerzo comenzar a producir las melodías deseadas. Así como ocurre con otros instrumentos, especialmente de viento y de cuerda, la primera etapa del aprendizaje se caracteriza por una lucha constante contra la «resistencia» que opone hasta que finalmente se alcanza un entendimiento que permite la producción de música.
Precisamente, para embarcarse en un curso de corneta es necesario armarse de paciencia, además de una profunda motivación y un entusiasmo que se renueve cada día, para hacer frente a los obstáculos. Es recomendable tener un modelo a seguir, un intérprete cuya pasión y destreza nos haya inspirado a aprender.
A grandes rasgos, podemos decir que la corneta se sostiene con una mano y se ejecuta con la otra; esta última se usa para rotar el transportador. Es importante no ejercer mucha presión en la boquilla, ya que esto puede repercutir negativamente en la vibración de los labios.
Las características del sonido de un instrumento, sea la voz humana o uno creado de forma artificial, representan uno de los aspectos más importantes, ya que es lo que más puede apreciar el oyente, independientemente de sus conocimientos técnicos. En este caso nos encontramos con un instrumento que pertenece a la familia de la trompeta, y ambos se destacan por aportar un brillo muy particular a las agrupaciones musicales, especialmente en el ámbito militar, donde gozan de un protagonismo mayor.
Uno de los primeros rasgos del sonido de la corneta es su considerable altura, además de su estridencia, algo que probablemente se pueda explicar tomando en cuenta las aplicaciones originales de este instrumento, que siempre giraban en torno al inicio de batallas o al envío de señales.
Cabe destacar que la idea de corneta también puede usarse para aludir a un altavoz (parlante) o a un individuo delator, según el país.
