La etimología de anacora no está clara. De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), el término podría proceder del vocablo portugués anacara, que refiere a un tambor militar que se usaba en Oriente.
Como instrumento de viento
La idea de anacora se utiliza para aludir a diversos instrumentos musicales, como la corneta, el clarín, el cuerno de caza y la trompa. Todos estos elementos son instrumentos de viento: suenan cuando el aire vibra en su interior, sin requerir membranas o cuerdas.
Para comprender qué es una anacora, por lo tanto, es necesario conocer las características de los instrumentos que pueden denominarse de este modo. El uso de la noción, de todos modos, es poco frecuente.
Término útil para comparar
Muchas veces la definición de estos artefactos se realiza por comparación. Una corneta, por ejemplo, es una anacora parecida al clarín, pero más grave en cuanto al sonido y de mayor tamaño. Un clarín, en tanto, es similar a una trompeta, aunque de sonido más agudo y de menor tamaño.
Las trompas, por otro lado, son anacoras formadas con un tubo enroscado de manera circular, que se angosta del pabellón a la boquilla. En el caso del cuerno de caza, se trata específicamente de una trompa que suelen emplear los cazadores.
La trompa
El carácter de la trompa es especialmente versátil ya que con un número muy reducido de cilindros es capaz de alcanzar una amplia tesitura. Esto significa que abarca un rango extenso de notas, contando desde la más grave hasta la más aguda. También puede producir sonidos de diferentes texturas e intensidades, desde la dulzura hasta la dureza.
El tubo que forma la trompa, mencionado más arriba, comienza en el tudel, la parte en la que se pone la boquilla. En la actualidad, las más usadas son las que están en fa y en si bemol agudo. Otra anacora de este tipo muy usada es la trompa doble, la cual tiene un cilindro especial para su afinación en una u otra, dependiendo de la pieza a ejecutar.
El cuerno
Esta anacora, en particular el de caza, es la antecesora de la trompa. Se encuentra entre los instrumentos de viento más antiguos y de menor complejidad, dado que se fabrica con un cuerno animal, cuya punta se perfora para usarla a modo de boquilla. En casi todos los modelos, el músico toca apoya los labios directamente sobre el cuerno, aunque otros tienen un accesorio intermedio.
Los animales más usados para las primeras versiones de esta anacora son los carneros, los antílopes, los cabros y los toros. En aquella época, la aplicación más común era la comunicación a largas distancias y la ejecución de melodías rituales. Con el tiempo comenzaron a fabricarse en metal, madera o barro.
El clarín
Este instrumento se fabrica en metal y, como su nombre lo indica, tiene un tamaño moderado. La parte que entra en contacto con la boca del músico, es decir la embocadura, tiene forma de copa, y su otro extremo, el pabellón, se asemeja a una campana.
Dadas las dimensiones de esta anacora, no es raro que tenga una tesitura aguda. Algunos modelos tienen válvulas que sirven para controlar la afinación, haciéndola descender una cuarta, pero la mayoría se apoya exclusivamente en armónicos naturales. El más usado está en si bemol.
Términos similares
Es importante no confundir, por último, la noción de anacora con otros términos similares. Un áncora es un ancla y ancorar es un verbo que alude a anclar, mientras que un anacoreta es un individuo que se entrega a la penitencia en un sitio apartado. El anacoreta lleva una vida de anacoresis (aislamiento).