La acción y el efecto de corresponder o corresponderse reciben el nombre de correspondencia. Corresponder, por otra parte, es pagar algo con igualdad o pertenecer.
El concepto de correspondencia puede usarse para nombrar a aquello que tiene proporción o relación con otra cosa. Por ejemplo: «No trates de comparar dos cosas que no tienen ninguna correspondencia», «El juez ha analizado los llamados pero no halló correspondencia con los dichos del acusado», «La correspondencia entre las declaraciones sorprendió a la prensa».
En el ámbito de la matemática, en tanto, correspondencia es una relación binaria entre dos conjuntos.La correspondencia es un subconjunto del producto cartesiano de dichos conjuntos.
La correspondencia como modo de comunicación
Se conoce como correspondencia, por otra parte, a la comunicación por escrito entre dos o más personas. La correspondencia implica el intercambio de cartas: la persona que envía la comunicación es el remitente, mientras que quien la recibe es el destinatario.
Por lo general, la noción de correspondencia se utiliza para nombrar al intercambio de cartas impresas, que se trasladan dentro de un sobre. El nombre y la dirección del destinatario se escriben en el frente del sobre, mientras que los datos del remitente se registran en el reverso. Correspondencia, de todas formas, puede ser el intercambio de correos electrónicos o emails. En este caso, la comunicación es virtual y digital.
La correspondencia suele asociarse a un intercambio privado, donde una persona A le escribe a una persona B y ésta le responde. En algunos casos, sin embargo, la correspondencia se vuelve pública, ya sea por voluntad de los involucrados (con una carta abierta) o por la fama de estos (cuando se publica el intercambio de correspondencia entre personajes célebres).
Clasificación según el tipo
Es importante establecer que el término correspondencia, teniendo este significado, puede clasificarse en varios grupos y tomando como base distintos criterios:
• Si lo que se tiene en cuenta es su contenido, podemos establecer que ella se puede dividir en dos conjuntos: la de primera clase, como las postales o cartas, que únicamente es de tipo informativo y personal; y la de segunda clase, que es aquella que tiene que ver con paquetes.
• En el caso de que se tenga en cuenta lo que sería el destino, podemos establecer que hay dos tipos de correspondencia: la privada, que aborda aspectos de interés particular, y la pública, que es la que se desarrolla a través de los medios de comunicación y que tiene interés general.
• Por otro lado, si lo que tenemos en consideración es la extensión de la correspondencia, nos encontramos con el hecho de que aquella puede ser larga, que es la que tiene más de 200 palabras; mediana, que es la que posee hasta 200 palabras, o corta, que no supera las 100 palabras.
• Una cuarta clasificación de la correspondencia es la que se lleva a cabo en base a su forma de tramitación. En este caso, se determina que la misma puede ser telegráfica, que es cuando se tramita mediante las oficinas y servicios telegráficos; y la postal, que es la que se gestiona acudiendo a las oficinas de correos. Esta última a su vez se divide en dos: ordinaria y certificada, que tiene un precio más elevado y que requiere que el destinatario tenga que firmar para poder recogerla.