Corso es un término que tiene varios usos. Cuando deriva del vocablo latino cursus (que puede traducirse como “carrera”), se refiere a la campaña realizada por una embarcación mercante que, con autorización del gobierno de su país, ataca y saquea buques de las naciones enemigas.
A quienes realizaban este tipo de acciones se los conoce como corsarios. Muchas veces se asocia a los corsarios con los piratas, aunque los corsarios contaban con permiso de las autoridades para actuar de acuerdo a las leyes de la guerra. Los piratas, en cambio, se encontraban afuera del marco legal.
El aval que recibían los corsarios se denominaba patente de corso. Este documento era concedido por alcaldes o monarcas a los dueños de embarcaciones para que pudieran atacar los barcos de países enemigos y quedarse con sus mercaderías. Así, el propietario del barco se sumaba a la marina del territorio que le otorgaba la patente de corso.
España, Inglaterra y Francia son algunos de los países que expedían patentes de corso. El Tratado de París, en 1856, abolió dichos permisos, aunque se siguieron autorizando en ciertas regiones.
Tampoco hay que olvidar a la Ordenanza General de Corso. Se trata de un documento compuesto por 18 artículos que eran los encargados de regularizar y normalizar lo que eran las condiciones que tenían los corsarios artiguistas. Así, por ejemplo, se hace mención a la enajenación de las presas, a las obligaciones de los armadores o a la limitación de la acción de los mencionados corsarios en el entorno de puertos amigos o neutrales.
De la misma manera, no podemos pasar por alto la existencia de un libro titulado precisamente “Patente de corso”. Se trata de un trabajo publicado en el año 1998, que viene a ser un compendio de los mejores artículos escritos por el periodista y autor Arturo Pérez Reverte. Artículos que aparecieron en el suplemento dominical “El Semanal” durante el periodo comprendido entre 1993 y 1998.
Cuando el concepto de corso procede de Corsus, alude a aquel o aquello relacionado con la isla de Córcega. Este territorio insular que pertenece al Estado francés se encuentra en el mar Mediterráneo. En dicha isla se habla un idioma llamado, justamente, corso.
En algunas zonas de Sudamérica, por otra parte, se denomina corso al desfile de comparsas que se desarrolla en el marco de la celebración del carnaval.
Por último, Cane corso es una raza canina también conocida como Mastín italiano.
Se trata de un perro de tipo dogo que está muy bien valorado como perro de compañía, perro guardián e incluso como perro de caza. Tiene un tamaño de entre 60 a 68 centímetros, cuenta con un peso que puede oscilar entre los 40 y los 50 kilos y su cabeza es ancha y cuadrada.
No existe un único pelaje de este animal ya que puede ser negro, gris plomo, rojo cervato o leonado claro, entre otros. Antiguamente era usado por los ganaderos con el claro objetivo de poder guardar y proteger a los animales que tenían y posee unos labios superiores que cuelgan un poco.
