
Diferentes tipos de palabras, en el marco de la declinación gramatical, se modifican de acuerdo a su función sintáctica dentro de una oración.
Declinación es un vocablo de raíces latinas que presenta una amplia variedad de significados, según se advierte al consultar el diccionario de la Real Academia Española.
Se emplea, por ejemplo, en astronomía a fin de dar cuenta de la distancia angular que presenta un determinado astro respecto al ecuador celeste. En el ámbito de la topografía, en tanto, es el ángulo que conforma un plano vertical junto al meridiano del sitio analizado. Y en el campo de la gramática, esta palabra se aprovecha para identificar al paradigma que presenta un término en materia de flexión casual y es tomado como modelo o guía al momento de declinar otras expresiones. En lenguas que admiten la flexión casual, de igual modo, esta noción alude a una serie de carácter ordenado que engloba a cada forma que evidencia un vocablo como reflejo o evidencia de un caso gramatical específico.
Este modelo de flexión es fundamental para hacer notar el rol o la función de un cierto elemento dentro de una oración. Tiene en cuenta el número y el género, y es aplicado usualmente a artículos, pronombres, sustantivos y adjetivos.


Tipos de declinación
Al buscar información sobre tipos de declinación adquieren relevancia las categorías o los casos propios del latín, por ejemplo. En este marco se hace referencia al caso gramatical ablativo (destinado a reflejar circunstancias); al nominativo (marca si es sujeto o atributo); al genitivo (da idea de vínculo o posesión entre sustantivos, con función de complemento de nombre) y al vocativo (para invocar o interpelar), además de abarcar a los casos acusativo (orientado a señalar en una oración cuál es el objeto directo) y dativo (reservado a exaltar al complemento indirecto).
En idiomas como el ruso y el alemán, por sumar precisiones, se identifica a la declinación nominal (que se asocia a sustantivos y a sus artículos correspondientes), mientras que en otras lenguas se distingue en mayor medida a la declinación pronominal (relacionada a pronombres).
Tampoco se pueden dejar de mencionar a la declinación numeral ni a la declinación adjetival, centrada en los numerales y en los adjetivos, respectivamente.
En último lugar es enriquecedor tener presente que se cataloga como declinación irregular a aquella en la cual los pronombres, adjetivos o sustantivos no están alineados con patrones o parámetros típicos de la declinación normal. La declinación regular, en tanto, se caracteriza por el cambio de palabras de acuerdo al número, género o funciones gramaticales de cada uno de esos términos.

A través de la declinación gramatical puede descubrirse, por ejemplo, el número gramatical de un vocablo.
Características
Es interesante señalar que en la lengua española no hay declinaciones, sino que se emplean otros mecanismos o recursos para reflejar una relación sintáctica.
Vale recordar que este proceso de carácter morfológico modifica palabras de acuerdo a la función sintáctica que cumplen en un enunciado y a cuestiones como el número y el género gramatical.
Es un sistema importante porque brinda la posibilidad de identificar el caso gramatical de cada elemento y hacer variaciones en el orden que siguen las palabras dentro de una oración sin necesidad de afectar su significado.
Por otra parte, es constructivo instruirse sobre las modalidades de declinación y sus aplicaciones ya que las reglas varían de acuerdo a cada idioma. En euskera, en particular, la declinación difiere en comparación a su utilización en otras lenguas ya que existe un sufijo (una marca) presente en una palabra para definir su función.
Es oportuno indicar que al analizar una palabra declinada se advierte la existencia de un afijo que posee un significado exclusivo y se ubica en un sitio específico. De prestar atención al enunciado, además, se descubre a qué clase de declinación se ha apelado. Los expertos en temáticas lingüísticas, en tanto, señalan que en castellano es posible identificar una declinación reemplazando la palabra examinada por el pronombre «la» o bien pasando la frase o expresión a voz pasiva.

La declinación puede aplicarse sobre pronombres, adjetivos y sustantivos, entre otras clases de palabras.
Usos prácticos de la declinación
En la práctica se advierten numerosas formas de aprovechar y aplicar la declinación. Recientemente, según ha trascendido, la Universidad de Oxford desarrolló una declinación en latín por razones de género que se destinará a ceremonias como señal de respeto e inclusión en relación a personas no binarias.
De trabajar con textos de griego antiguo, por otra parte, se detectará que la declinación sirve, en ese caso, para expresar múltiples relaciones gramaticales que surgen dentro de una oración. En este marco hay casos acusativo, vocativo, nominativo y genitivo con numerosas variantes.
Independientemente de la declinación orientada a la gramática hay herramientas ventajosas que se denominan del mismo modo pero poseen otras utilidades o sentidos. Así sucede con la declinación magnética que se toma en consideración para el ajuste de brújulas y la elaboración de una carta hidrográfica o aeronáutica; o con el diagrama de declinación propio del ámbito de la cartografía. La noción tiene relevancia y utilidad, además, en el área de astrofísica y en el estudio de los signos del zodíaco (en particular se alude a la declinación zodiacal).