Depuración es el procedimiento y el resultado de depurar. El verbo depurar, por su parte, refiere a purgar, higienizar, filtrar o reacondicionar una cosa.
Por ejemplo: “El municipio invertirá en una nueva planta para la depuración del agua”, “El médico me recomendó beber té verde para lograr la depuración del organismo”, “El secretario buscará la depuración del sindicato, desafiliando a aquellos que no asistan a las marchas”.
Depuración del agua
Puede decirse que la depuración busca la pureza. Depurar el agua, en este sentido, consiste en diversas operaciones químicas, biológicas y físicas cuyo objetivo es reducir o eliminar la contaminación. Gracias a la depuración del agua, es posible asegurar a quienes la beban o la utilicen con fines higiénicos o culinarios que no correrán ningún riesgo de contraer enfermedades o infecciones.
El tratamiento de depuración de las aguas residuales abarca diversos procedimientos que permiten minimizar la presencia de contaminantes de distinta clase que se encuentran en el agua efluente que utilizan los seres humanos.
Uso simbólico de la noción
La pretensión de alcanzar la pureza, implícita en la depuración, también puede ser simbólica. Puede decirse que un dirigente político quiere depurar su partido cuando reprime o castiga a aquellos hombres que no apoyan sus ideas. Asimismo se puede utilizar el término para referirse a un proceso mental y espiritual de búsqueda del equilibrio emocional, a través de la eliminación de los malos pensamientos, los recuerdos traumatizantes y cualquier bloqueo que impida vivir en armonía con uno mismo y con el entorno.
La depuración también puede ser un eufemismo para referirse al exterminio físico de un cierto grupo de la población. Suele hablarse depuración cuando un pueblo intenta expulsar a otro de su territorio por razones étnicas, religiosas, políticas o de otro tipo.
Para la informática, la depuración de un software consiste en desarrollar una acción para detectar y solucionar problemas en la programación. Aquellos procedimientos automatizados que buscan los errores se conocen como depuradores.
Depuración en la informática
Depurar un programa informático es una tarea tan ardua como utópica, ya que en la práctica resulta virtualmente imposible asegurar que todos los errores han sido detectados y corregidos. En las compañías desarrolladoras de software existe un departamento de programadores que se encarga de crear las aplicaciones, otro de testers que tiene la particular responsabilidad de probarlas con la intención de toparse con fallos e inconsistencias, y uno que también consta de programadores (llamados debuggers), que en este caso serán quienes busquen soluciones a los problemas hallados por los testers.
Los debuggers asumen el duro trabajo de analizar las miles de líneas de código en busca de una explicación lógica a los errores detectados. En este proceso, la intuición y la experiencia son esenciales, sobre todo cuando las fechas de entrega pesan sobre sus espaldas. Comúnmente, los testers carecen de conocimientos técnicos, por lo cual sus reportes no distan mucho de las quejas de los consumidores, y esto no resulta beneficioso para los programadores que los reciben, ya que su misión es dar con la razón exacta y ofrecer una solución eficiente.
En muchos casos, a pesar de contar con decenas de personas trabajando intensamente para depurar un programa o un juego, las empresas se ven forzadas a «emparchar» sus productos, lo que significa elaborar «pseudosoluciones». La calidad de estos parches, así como su repercusión en el resultado final varía de acuerdo a la capacidad de los debuggers, al tiempo disponible, y no necesariamente impactan en la calidad de la aplicación. De hecho, es posible que no exista ningún software que haya sido pulido al 100%, que goce de un código limpio y absolutamente ordenado y funcional. Afortunadamente, existe la posibilidad de publicar actualizaciones que los consumidores pueden descargar para corregir aquellos errores que surjan luego de la salida al mercado.