La desobediencia civil es una acción que lleva a incumplir una norma a modo de protesta o con la intención de propiciar un cambio a nivel político. Generalmente se trata de una procedimiento basado en la no violencia que se desarrolla públicamente y es susceptible de castigo legal.
El concepto de desobediencia alude al acto y la consecuencia de desobedecer: no realizar lo ordenado por una autoridad o lo establecido por la ley. Civil, en tanto, es aquello vinculado a los ciudadanos (individuos con derechos políticos y sociales) y a lo cívico (lo relacionado con el interés por los asuntos comunitarios y por el buen funcionamiento de las instituciones).
De este modo, la desobediencia civil supone la expresión de un rechazo a una normativa o a una política. El desarrollo de esta protesta pacífica apunta a producir un efecto concreto en la sociedad.
Su historia
Suele considerarse que la desobediencia civil a modo de activismo se inspira en las ideas de pensadores como el español Francisco Suárez (1548–1617) y el francés Étienne de La Boétie (1530–1563). Suárez afirmaba, por ejemplo, que una ley injusta carece de rango o condición legal. Étienne de La Boétie, por su parte, proponía no cooperar como mecanismo de lucha.
En el siglo XIX, el norteamericano Henry David Thoreau fue un pionero de la desobediencia civil al oponerse al pago de impuestos como protesta a la intervención militar estadounidense en el territorio mexicano. Thoreau sostenía que, abonando impuestos, se favorecía el financiamiento de una guerra que no era justa. Por esa desobediencia fiscal o resistencia al impuesto fue detenido y pasó una noche en prisión.
Con el tiempo, la desobediencia civil se convirtió en un instrumento político que eligieron líderes como el hindú Mahatma Gandhi, el estadounidense Martin Luther King y el sudafricano Desmond Tutu.
Características de la desobediencia civil
La desobediencia civil requiere que la persona tenga en claro que su conducta constituye una violación de una norma. Hay un desobedecimiento ético que se ejerce con conciencia política y conciencia social, a modo de resistencia pasiva ante algo que se pretende modificar o anular.
El sujeto, en este marco, sabe que su acto contradice una norma pero lo realiza con una finalidad específica. El comportamiento se desarrolla en público porque se pretende llamar la atención del poder y lograr una identificación otros ciudadanos que, de este modo, también pueden sumarse para favorecer el cambio social o la reforma legislativa.
Debe destacarse esa voluntad de que el acto de desobediencia civil sea observado tanto por las autoridades como por el resto de la población. Ese rasgo es el principal recurso para forzar a los gobernantes a modificar su posición y para impulsar la reflexión comunitaria sobre el tema.
De acuerdo a las características específicas de la acción, la desobediencia civil puede clasificarse como comisiva (se ejecutan actos prohibidos) u omisiva (no se hace aquello que resulta obligatorio).
Otra distinción puede realizarse entre la desobediencia civil directa (infringe la norma contra la cual se pretende protestar) y la desobediencia civil indirecta (se incumple una regla para llamar la atención sobre la causa de la disconformidad).
Las críticas
Hay que considerar que la desobediencia civil recibe críticas de distinta índole. Es habitual que se mencione que, en una democracia donde los poderes funcionan con independencia y se respeta la legislación, estas medidas de protesta no tienen sentido.
Según esta visión, hay tribunales que disponen de la potestad de anular las normas que eventualmente vulneren los derechos humanos. Por otra parte, existen mecanismos de participación ciudadana para intervenir en los asuntos públicos, siendo la herramienta básica la intervención en elecciones para elegir representantes.
Siguiendo con este razonamiento, violar la ley a través de la desobediencia civil no corresponde debido a que el Poder Judicial contempla la posibilidad de derogar o restringir leyes y los gobernantes pueden ser «castigados» o forzados a actuar mediante el voto a otros dirigentes y partidos políticos.
No obstante, los defensores de la desobediencia civil advierten que muchas veces los tiempos de los procedimientos judiciales y de las mecánicas electorales son lentos. Por eso puede justificarse una intervención que favorezca respuestas más rápidas.
Ejemplos de desobediencia civil
A lo largo de la historia encontramos numerosos ejemplos de desobediencia civil. Uno de los acontecimientos más recordados fue la negativa de la activista afroamericana Rosa Parks a cederle su asiento en un autobús a un ciudadano de raza blanca.
El hecho tuvo lugar en 1955 en la ciudad de Montgomery (Alabama). En aquel entonces, los negros sufrían una marcada discriminación legal; entre otras injusticias, en el transporte público el sector delantero estaba asignado a los blancos y el trasero, a los negros. Los conductores, asimismo, estaban habilitados a reducir el espacio de los negros si ya estaba ocupada el área exclusiva de los blancos.
En este contexto, el conductor de un autobús donde se trasladaba Parks instó a esta mujer y a otras tres personas a levantarse para ceder los asientos a pasajeros blancos. Si bien tres de los viajeros lo hicieron, Parks no quiso levantarse y terminó siendo arrestada y llevada a juicio. Frente a esta situación, comenzaron a desarrollarse múltiples protestas de afroamericanos cansados de la discriminación. Parks fue sentenciada a abonar una multa, que también se negó a pagar. Luego se impulsó un boicot a los autobuses de Montgomery que se extendió más de un año, hasta que un tribunal declaró que la segregación en el transporte era inconstitucional.
Otro ejemplo de desobediencia civil fue protagonizado por el boxeador Muhammad Ali, quien en 1966 rechazó sumarse al ejército estadounidense y combatir en la guerra de Vietnam. El deportista fue detenido, se le quitaron los títulos y sufrió la suspensión de su licencia de boxeo. Aunque fue condenado a cinco años de cárcel, Ali se mantuvo en libertad bajo fianza.
Las iniciativas de Nelson Mandela en Sudáfrica para terminar con el apartheid y de Mahatma Gandhi para lograr la independencia india también son ejemplos de desobediencia civil.