Se denomina defensa civil a una organización cuya función es brindar apoyo a la población en el marco de emergencias generadas por catástrofes naturales u otros fenómenos. Estas entidades cuentan con el respaldo de los gobiernos para su funcionamiento.
Quienes integran la defensa civil, también llamada protección civil, trabajan para garantizar la seguridad y la supervivencia de los pobladores y de su patrimonio ante las consecuencias de algún fenómeno. El nacimiento de este tipo de organizaciones se produjo en 1949 mediante un protocolo añadido al Tratado de Ginebra para asistir a las víctimas de los enfrentamientos bélicos.
Cuando se hace referencia a la organización en general, es decir sin aludir a ningún grupo en particular, la expresión se escribe con minúscula (defensa civil). En cambio, si la intención es mencionar una organización específica, debe escribirse con mayúscula inicial: Defensa Civil de Egipto, Defensa Civil de la Municipalidad de San Benito, etc.
Los miembros de defensa civil realizan múltiples tareas para salvaguardar a las personas. Pueden crear refugios, coordinar la evacuación, instalar servicios de primeros auxilios y sanitarios, delimitar una zona peligrosa, desarrollar tareas de descontaminación, capturar animales peligrosos y organizar el tráfico vehicular, por ejemplo.
Más allá de actuar durante y después de una catástrofe, los integrantes de la defensa civil también cumplen con importantes funciones de prevención. Para esto deben realizar un análisis de eventuales riesgos y trabajar con la población para minimizar las posibilidades de contingencia. Además tienen que planificar la actuación necesaria en caso de emergencia (determinando cómo declarar el alerta, evacuar a la gente, etc.).
Etapas de la intervención de la defensa civil
A grandes rasgos, podemos diferenciar tres etapas en el accionar de la defensa civil en el marco de un desastre, con el objetivo de minimizar los daños.
La primera de ellas es la etapa de prevención, dentro de la cual también existe una división, que comienza con la fase de información; a lo largo de la misma, la organización lleva a cabo tareas de educación e información para que las personas estén al tanto de los fenómenos y sus consecuencias, así como los caminos posibles hacia la prevención.
Durante la fase de preparación, la defensa civil pone en práctica ciertas actividades orientadas a la prevención, como ser simulacros de desastres para capacitar a la gente en la mejor manera de actuar frente a ellos; esto incluye la identificación de la salida más próxima del edificio y de las zonas seguras, por ejemplo.
La fase de alerta es la última que compone esta etapa, y se lleva a cabo sin descanso, ya que consiste en vigilar de forma constante para informar a los ciudadanos de cualquier anomalía en cuanto sea detectada.
Mientras tiene lugar el desastre mismo se desarrolla la segunda de las grandes etapas, la de emergencia, durante la cual se ponen todos los recursos al servicio de la sociedad. Aquí también se puede hablar de fase de supervivencia para hacer referencia a la puesta en práctica de todo lo aprendido para hacer frente al problema, tanto para salvarse a uno mismo como a los demás.
Finalmente llega la etapa de reconstrucción, donde se llevan a cabo el restablecimiento de los servicios básicos, como ser el abastecimiento de energía eléctrica, agua potable y servicios de recolección de aguas servidas y telecomunicaciones, entre otros, además de la reconstrucción de las zonas que hayan sido destruidas a causa del desastre.
A lo largo de todas estas etapas es muy importante contar con la ayuda de un gran número de voluntarios que trabajen para divulgar la información y generar consciencia en la sociedad, tanto antes del desastre, como durante y después.