El término diésel procede de Rudolf Diesel, un ingeniero alemán nacido en 1858 y fallecido en 1913 que quedó en la historia por el desarrollo de un tipo de motor y de un carburante que llevan su apellido. La idea de diésel, por lo tanto, puede aludir a dichos motor y carburante o al vehículo que los emplea.
El carburante o combustible diésel, también conocido como gasóleo o gasoil, es un producto que se obtiene a partir de la destilación y la purificación del petróleo crudo. Este combustible se emplea en los motores diésel, creados por el mencionado ingeniero alemán en 1893: se trata de motores de combustión interna en los cuales, por la elevada temperatura que registra el aire comprimido en su cilindro, el combustible se autoinflama cuando es inyectado en la cámara. Un vehículo diésel, por su parte, utiliza esta clase de motor y funciona con el mencionado combustible.
La principal característica del motor diésel es que la elevada temperatura que deriva de la alta relación de compresión permite que el combustible se autoinflame. La compresión, por lo tanto, aumenta la temperatura de la cámara de combustión: cuando el combustible (el gasoil, gasóleo o diésel) es inyectado y se mezcla con el aire caliente, se produce su autoinflamación. No se necesita, por lo tanto, de una chispa, como sí ocurre en los motores de gasolina. La combustión, a su vez, provoca la expansión del gas de la cámara y desplaza el pistón hacia fuera.
Por su diseño, el motor diésel alcanza una gran eficiencia termodinámica, por lo general mayor a la que registran los motores de gasolina. El gasóleo, por otra parte, suele ser más económico que la gasolina, convirtiendo al motor diésel en un motor de bajo costo de operación.
Además de las ventajas ya expuestas de los coches diésel frente a los de gasolina hay que destacar otras igualmente importantes como son estas:
-Se consideran que los primeros son mucho más eficientes porque su capacidad de arrastre es mucho más notable.
-De la misma manera no hay que pasar por alto que realizan un menor consumo de combustible por kilómetro.
No obstante, también presentan una serie de desventajas que no hay que olvidar como son las siguientes:
-Se considera que los coches diésel están dotados con unos motores que no solo son más pesados sino también mucho más ruidosos que los de gasolina.
-Asimismo, se indica que el precio inicial de esos citados vehículos es más caro que el de los otros.
-También se viene a establecer que los automóviles diésel requieren un mantenimiento que es más caro que el de sus «rivales».
-Por supuesto, no hay que pasar por alto que en el caso de que un vehículo diésel se estropee, su reparación va a ser mucho más costosa, económicamente hablando, que la de uno de gasolina.
-En esta lista de desventajas no podemos pasar por alto el incluir que los coches diésel resultan ser más contaminantes que los de gasolina. Precisamente por ese motivo ahora, en países tales como España, se están tomando medidas para limitar la circulación por el centro de las ciudades de los vehículos diésel más contaminantes. Madrid es un claro ejemplo de esa medida que se está llevando a cabo utilizando etiquetas para los vehículos.