Se denomina dintel al elemento horizontal que se encuentra en el sector superior de las ventanas, las puertas y otras aberturas, cuya función es resistir las cargas. Los extremos del dintel se apoyan sobre las jambas, que son las piezas verticales ubicadas a los lados de la ventana o la puerta.
Puede decirse, por lo tanto, que un dintel es una pieza estructural que cubre el espacio existente entre las dos jambas. De esta manera permite la creación de distintas clases de aberturas, ya que se ubica horizontalmente sobre el hueco que se hace para instalar ventanas y puertas, absorbiendo los esfuerzos superiores.
Esas cargas superiores que recibe el dintel son transmitidas a los sectores laterales. Puede decirse, de este modo, que trabaja de una forma similar a una viga.
Por lo general, el dintel soporta la mayor tensión en su sector transversal central. En materiales rígidos, es habitual que se produzcan fisuras en el sector de abajo de la cara inferior, que luego van avanzando hacia el sector superior.
Si el dintel es de canto pequeño con respecto a su longitud, entonces la tensión que recae sobre el mismo se puede calcular haciendo uso de la teoría de vigas, desarrollada por Daniel Bernoulli y Leonhard Euler, gracias a la cual es posible calcular las deformaciones y los esfuerzos en vigas. Esto es válido para la flexión mecánica de las mismas, es decir para una deformación que tiene lugar en dirección perpendicular al eje longitudinal de la estructura.
Para los dinteles en los que el canto sea mayor, entonces la teoría que debe aplicarse es la de Stephen Timoshenko, según la cual también debe considerarse el esfuerzo cortante y su efecto sobre la estructura. Se entiende por esfuerzo cortante, de cortadura, de cizalla o de corte al que se produce en el interior de un prisma mecánico (como puede ser un pilar o una viga) y que resulta de las tensiones paralelas a la parte transversal.
Aquí entran en juego otros dos conceptos: la compresión, un esfuerzo que resulta de las presiones o tensiones que hay en el interior de un sólido deformable, que reduce su volumen y acorta el cuerpo en una cierta dirección; la tracción, el esfuerzo también interno al que se somete un cuerpo cuando se le aplican dos fuerzas opuestas, las cuales tienden a estirarlo.
Si para la construcción de un dintel se utilizan materiales como la piedra, típicamente rígidos, la resistencia a los esfuerzos de tracción será menor que a los de compresión. Esto da lugar a la aparición de fisuras que comienzan en la parte inferior y se extienden hacia la superior. Tradicionalmente, este problema se soluciona reemplazando el dintel por un arco, el cual puede soportar la carga sin sufrir tracción.
Se llama arquitectura adintelada a aquella que apela a los dinteles para cubrir distintos espacios en una construcción. En pocas palabras, podemos decir que se basa en el uso de pilares para sostener dinteles, con los objetivos antes mencionados.
En la antigüedad, los griegos, los egipcios y los romanos crearon enormes edificios mediante las técnicas de la arquitectura adintelada. De hecho, los expertos señalan estas creaciones antiguas como los exponentes más destacados de este tipo de construcción.
De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), la idea de dintel también se emplea en el terreno de la psicología. En este caso, el término alude al valor que resulta superior a aquel que puede tolerar un órgano sensorial sin sufrir un daño o provocar dolor. El dintel, por lo tanto, implica que un estímulo ya no produce un efecto normal, sino que causa malestar o sufrimiento.
