Lo primero que vamos a hacer es conocer el origen etimológico del término disminución. En este caso, podemos determinar que deriva del latín y que es fruto de la suma de los siguientes componentes de dicha lengua:
-El prefijo “dis-”, que significa “separación”.
-El verbo “minuere”, que es sinónimo de “hacer de menos”.
-El sufijo “-cion”, que puede traducirse como “acción y efecto”.
Se denomina disminución a una reducción, pérdida o baja de algo. Puede tratarse de un cambio físico o simbólico. Por ejemplo: “El gobierno anunció una disminución del 5% en el Impuesto al Valor Agregado a partir del mes próximo”, “Los planes para lograr la disminución de peso deben ser desarrollados por nutricionistas”, “Debemos trabajar todos juntos para conseguir la disminución de la violencia social”.
Según el caso, la disminución puede ser positiva o negativa. Si hablamos de la tasa de desocupación o desempleo de un país, siempre que se consiga lograr que el número descienda, será una buena noticia ya que quiere decir que hay menos gente sin trabajo. Por lo tanto, la disminución de la tasa de desocupación es un objetivo que suelen plantearse todos los gobiernos.
Una persona con obesidad, por otra parte, necesita perder peso para mejorar su estado de salud. Para lograr esto necesitará contar con la asistencia de un nutricionista que le prepare una dieta personalizada y de un preparador físico que le enseñe cómo realizar ejercicios. La disminución de peso, es decir la pérdida de kilogramos, también resulta algo positivo.
En cambio, una disminución de los ingresos de una familia es negativa: implica que el grupo contará con menos dinero para satisfacer sus necesidades.
Es importante mencionar que una misma clase de disminución puede tener distintas consecuencias. Así como la disminución de peso de un individuo con obesidad es saludable, la disminución de peso de alguien que padece desnutrición es mala porque supone un agravamiento de su problema de salud.
También es algo negativo la disminución de la libido, que es una situación por la que atraviesan numerosas personas en el mundo. Se considera que esa, que supone una reducción del deseo sexual y tener menos interés en el sexo, puede tener origen en causas de diversa índole. Así, por ejemplo, nos encontramos con que puede ser debido a factores psicológicos tales como la ansiedad, la depresión, problemas en la relación de pareja…
No obstante, también puede ser producida por la ingesta de determinados medicamentos, determinadas enfermedades, el consumo de drogas, la fatiga, tener un ritmo de vida ajetreado, cambios hormonales como la menopausia, baja autoestima…
En esos casos, para volver a recuperar la libido será necesario ponerse en manos de profesionales médicos que, una vez que descubran qué causa esa falta de apetito sexual, establecerán el tratamiento más adecuado al respecto.
Asimismo, no podemos pasar por alto que en el crochet también se usa el término disminución. En este caso se emplea para hacer mención a una técnica que afecta a los puntos que se dan.
