Los shows de circo, las comedias y los espectáculos de magia son parte de la industria del entretenimiento que apunta a divertir y cautivar al público.
La diversión es resultado de un plan o una actividad que alguien, en soledad o en compañía, lleva a cabo con fines de entretenimiento. Puede surgir a partir del desarrollo de un deporte o de un juego, la asistencia a una discoteca o al disfrutar las alternativas disponibles en un parque de atracciones, por ejemplo.
Más allá de cuál sea la dinámica u opción elegida para aprovechar especialmente en el tiempo libre, en todos los casos la diversión es sinónimo de distracción, risas y alegría pero también de bienestar. Al respecto, no se puede pasar por alto que los momentos de ocio, de esparcimiento, de permitirse algún pasatiempo y desconectarse por un rato de las obligaciones, presiones y problemas de la realidad cotidiana son necesarios y enriquecedores. La diversión, aseguran numerosos profesionales que se especializan en el cuidado de la salud mental, es tan esencial como una buena nutrición y el descanso diario.
Sonreír, encarar la vida con optimismo, cultivar el buen humor y las actitudes positivas, priorizar siempre la propia felicidad y darle espacio a todo aquello que sea fuente de satisfacción, risas y diversión es una gran fórmula para vivir bien y en plenitud. Alguien que tiene tendencia a estar contento, que inspira buena onda y que deja oír sus carcajadas con frecuencia posee un sistema inmunológico más fuerte, un nivel mayor de creatividad, menos problemas de salud y una mejor calidad de vida en comparación con los sujetos que viven amargados, estresados y aburridos.
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ResumenDiversión a toda edad
La diversión tendría que estar garantizada, sin excepciones, en todas las etapas de la vida. Quienes reciben estímulos recreativos y realizan actividades placenteras desde edad temprana evidencian un desarrollo óptimo de la imaginación y una sólida salud física a raíz de sus horas de esparcimiento al aire libre. Apenas una mueca, un gesto exagerado o un sonido gracioso bastan para captar la atención de un bebé y hacerlo reír, por detallar un caso muy simple y específico.
Con el transcurso del tiempo, y en función de los intereses personales y posibilidades de cada uno, los entretenimientos van variando pero nunca dejan de regocijar. De este modo, pues, dentro de una sociedad conviven aquellos que se divierten dando un paseo en bicicleta; adolescentes que se desafían unos a otros tecnológicamente mediante competencias de juegos de computadora; fanáticos de las salidas culturales que adoran ir al teatro o al cine y seres que eligen distraerse escuchando música, manteniendo una grata conversación (o disparatada), viendo una serie o programa de televisión, demostrando sus habilidades para el canto o el baile o yendo a bares y/o restaurantes con amigos.
Resulta importante resaltar que no necesariamente hay que invertir grandes sumas de dinero ni trasladarse para divertirse: leer un libro antes de ir a dormir, cocinar en compañía de algún pariente, llevar a cabo tareas de jardinería en el parque del hogar o adoptar el hobby de la pintura pueden ofrecer mucho entretenimiento.
Reír mucho, a carcajadas, le hace bien a la salud física y mental porque estimula la felicidad, el buen ánimo y el optimismo.
Beneficios de pasar tiempo al aire libre
Pasar tiempo al aire libre proporciona múltiples beneficios a niños, jóvenes y adultos. En contacto con la naturaleza se consigue mejorar los síntomas de ciertas patologías, se renueva la energía y se reducen los niveles de estrés.
Una cabalgata, el senderismo, una jornada de playa, un picnic bajo el sol a orillas de un lago, una excursión o visita guiada por zonas boscosas o selváticas y animarse al desafío de la escalada en roca, por enumerar algunas alternativas, pueden resultar ideales para provocar entusiasmo e incentivar a quienes experimentan afición por el ejercicio físico, las aventuras y toda clase de programa vinculado a los atractivos naturales.
Estando frecuentemente en un espacio verde se favorece la salud respiratoria, se contribuye al buen descanso mejorando la calidad del sueño, se le da batalla a eventuales síntomas de depresión o desgano, se mantiene oxigenada a la mente y se refuerza el sistema inmunitario.
Una fiesta de cumpleaños suele ser un acontecimiento alegre y pintoresco que apunta a agasajar a alguien y demostrarle afecto.
Dónde y cómo encontrar diversión
Dónde y cómo encontrar diversión es sencillo: alcanza con identificar posibilidades e intereses personales y propiciar los momentos para esos recreos saludables que le hacen bien al organismo y al alma.
Combinar entretenimiento y aprendizaje es la mejor táctica pensando en los niños. Organizar un paseo familiar para recorrer, por ejemplo, un museo interactivo o un ecoparque (recintos con flora autóctona y animales de diversas especies que vivan en condiciones dignas) es un plan seductor para incorporar saberes de modo ameno. También resultan útiles los juegos de mesa educativos.
En el entorno laboral, las pausas recreativas para tomar un café o simplemente interrumpir momentáneamente las tareas ayudan a relajarse y despojarse de la tensión propia de las obligaciones de trabajo.
Tener siempre un motivo de celebración, honrar la vida y hacer de cada día una auténtica fiesta aunque sólo sea por unos instantes vale la pena: la risa y la alegría son contagiosas, son señales de diversión, incitan la buena onda, benefician a la salud y provocan bienestar general.
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