Bar

Trabajar en un bar

Aquel que atiende detrás de la barra es conocido como bartender o barman. Este individuo se encarga de recibir los pedidos, ya sea directamente de los consumidores o a través de los camareros que trabajan en el lugar. Lo usual es que el barman también prepare los aperitivos.

La personalidad ideal de un dependiente de bar es extrovertida, con una gran capacidad para escuchar al cliente y empatizar con él. Es importante señalar que el bar suele ser el destino de quienes se sienten derrotados por la vida, deprimidos por sus fracasos sentimentales o laborales, y por esta razón deciden ahogar sus penas en alcohol. El rol del bartender, en este caso, no consiste en el de una máquina expendedora de bebidas, sino en el de un ser humano que es capaz de entender el dolor ajeno e impedir que su cliente se hunda aún más.

Claro que el negocio del bar no se sostendría si el dependiente negara sus productos a los clientes por miedo a embriagarlos. Por eso se da una suerte de equilibrio entre la satisfacción de la empresa y la protección de la persona que llega a ella para beber. A través de esta relación tan particular, se entablan amistades que pueden durar toda la vida, y de este modo el bar puede convertirse en el segundo hogar de mucha gente.

Lugar de encuentro

Más allá de su función como despacho de bebidas y alimentos, los bares cumplen un rol social. Se trata de lugares de encuentro donde las personas van a socializar, por ejemplo.

Como se menciona más arriba, el bar puede ser el segundo hogar de muchos de sus clientes. Y esto no sólo se debe a la relación con el dependiente, sino también con los amigos o incluso con otros clientes a quienes no conocen fuera de este ámbito. Dentro de un bar las reglas sociales son diferentes a las que reinan en el mundo exterior, en parte porque casi todos van con objetivos comunes y el alcohol los ayuda a desinhibirse.