El empoderamiento femenino es el proceso que otorga más poder y fortalece a las mujeres. Se trata del conjunto de acciones que visibilizan y reconocen los aportes de las integrantes del género femenino y las desventajas que padecen respecto a los hombres, reclamando equidad e igualdad de oportunidades.
Con el empoderamiento, las mujeres ganan autonomía y pueden tomar decisiones en virtud de sus necesidades y deseos. Ese empoderamiento es imprescindible debido a la posición de sometimiento o inferioridad que ocupa el colectivo femenino en múltiples ámbitos.
Características del empoderamiento femenino
El empoderamiento femenino busca un aumento de la intervención de las mujeres en todas las dimensiones de la vida, tanto a nivel personal como social. Dicha participación debe darse en condiciones de igualdad de género, sin que los derechos del hombre prevalezcan sobre los derechos de la mujer.
Uno de los pilares del empoderamiento femenino es favorecer que las mujeres puedan acceder a los recursos económicos. Eliminar la sumisión financiera es un paso ineludible para conseguir mayor libertad y autoridad, con lo cual se debe eliminar la brecha salarial de género y facilitar la conciliación laboral y familiar ya que las mujeres suelen asumir las tareas de cuidados del hogar y atención de los hijos.
Por supuesto, el empoderamiento femenino también demanda terminar con todas las formas de discriminación y agresión, desde la violencia de género hasta el acoso sexual. En este sentido se necesita un cambio cultural y normativo para una verdadera transformación social.
Su importancia
De acuerdo a numerosos estudios e investigaciones, el empoderamiento femenino disminuye el embarazo adolescente y los matrimonios precoces. Asimismo, una mejora en las condiciones de vida de la mujer ayuda a la erradicación de la pobreza y contribuye a la construcción de una sociedad con menores índices de violencia.
Debe considerarse que, más allá de la cuestión moral asociada a lo que es justo y deseable, el empoderamiento femenino genera beneficios concretos para la comunidad en su conjunto. La igualdad en el acceso a recursos y la lucha contra la discriminación son necesidades sociales que atraviesan a todos los géneros.
Es trascendental que se fomente el empoderamiento femenino en todos los niveles. Desde una campesina pobre que necesita herramientas para cultivar la tierra hasta una ejecutiva que cobra menos que un hombre por la misma tarea, la totalidad de las mujeres necesita y merece contar con los mismos derechos, oportunidades y posibilidades que dispone el género masculino.
Ejemplos de empoderamiento femenino
Un ejemplo de empoderamiento femenino es una iniciativa que impulsa la educación para las niñas en una región donde es habitual que no vayan a la escuela para ayudar en las tareas domésticas y la crianza de sus hermanos. Con ese fin, se brinda asistencia económica a las familias que envían a las niñas a los centros educativos.
Las campañas de concientización sobre derechos reproductivos son otros ejemplos de empoderamiento femenino. La autonomía de las mujeres requiere de conocimientos sobre cómo cuidar el cuerpo; en este marco, la educación sexual integral es indispensable para evitar embarazos no deseados y prevenir enfermedades de transmisión sexual.
Una ONG que trabaja por la independencia económica de las mujeres constituye otro ejemplo de empoderamiento femenino. Al apoyar un emprendimiento femenino con financiamiento y capacitaciones, aporta al empoderamiento económico de las mujeres. Esto, a su vez, refuerza la autoestima femenina.
En un sentido amplio, el feminismo y el activismo femenino son ejemplos de empoderamiento de la mujer. El movimiento #MeToo, entre muchos otros, impulsan la sororidad (la solidaridad entre mujeres) y reclaman el final de la discriminación de género en cada una de sus acciones y propuestas.
Clasificación según el tipo
Como ya hemos visto, el empoderamiento femenino es muy amplio y abarca todas las esferas personales y sociales. No obstante, se pueden reconocer diferentes tipos de empoderamiento de la mujer según el contexto.
El empoderamiento de género es aquel asociado a la eliminación de la discriminación entre hombres y mujeres (incluyendo a todas las personas cuya identidad de género es femenina). Supone que todos los seres humanos deben tener las mismas oportunidades y disponer de idénticos derechos. Asimismo apunta a dejar de lado los estereotipos en los roles de género.
También puede distinguirse entre un empoderamiento individual (de una mujer en particular) y un empoderamiento colectivo (del género femenino en su conjunto). El empoderamiento familiar, a su vez, alude a una distribución equitativa de las obligaciones domésticas y de crianza.
El empoderamiento laboral que persigue la igualdad salarial ante las mismas tareas; el empoderamiento legal a través de normativas antidiscriminatorias; y el empoderamiento político para aumentar la representación femenina en los cargos públicos son otros tipos de empoderamiento femenino.
Cómo lograr el empoderamiento femenino
Para que el empoderamiento femenino sea posible a nivel general, se requieren políticas públicas orientadas a terminar con la discriminación de género. Toda la ciudadanía puede contribuir a ese objetivo a través de la militancia social o política, reclamando a los gobernantes que tomen las medidas adecuadas para alcanzar la meta.
Independientemente de esta cuestión, y reconociendo las diferentes barreras económicas, sociales y culturales que pueden afectar a un individuo, cada mujer puede adoptar un rol activo para lograr su propio empoderamiento. Trabajar en el autoconocimiento, desarrollar una red de contactos y apostar por la capacitación y el aprendizaje continuo son algunas de las acciones que suelen recomendarse.