Empuñadura es un concepto que se forma con el verbo empuñar (tomar algo con o por el puño) y el sufijo -dura (que permite denotar el instrumento o el medio de una acción). El término hace referencia al puño o la guarnición de diferentes objetos que se manipulan.
Resulta necesario analizar las nociones de puño y de guarnición> antes de avanzar con la definición de empuñadura. Entre las varias acepciones de puño, en esta oportunidad nos interesan dos significados: su alusión a la pieza por donde se agarra una sombrilla, un paraguas o un bastón y su mención al mango que presentan ciertas armas blancas.
Para qué sirve una empuñadura
Como se puede apreciar, encontramos empuñaduras en varios objetos. En las sombrillas, los paraguas y los bastones, la empuñadura es el sector donde la persona coloca su mano para el uso del implemento. Lo habitual es que la empuñadura esté recubierta por un material diferente al del resto del elemento.
En el caso de las armas blancas (es decir, de aquellas que disponen de una hoja metálica con filo y punta), la empuñadura no solo permite asirlas, sino que también funciona como un mecanismo de defensa para proteger la mano del usuario.
La importancia de la ergonomía
En los bastones, los paraguas y las sombrillas, la empuñadura principalmente cumple con criterios ergonómicos. Su finalidad es adaptarse a la fisiología del individuo, facilitando además la manipulación del objeto.
Por lo general dispone de un material antideslizante: así el utensilio no se resbala de la mano. El objetivo es brindar comodidad y seguridad al sujeto en el momento del uso.
Empuñadura de una espada
Una espada es un arma blanca de gran extensión, cortante y puntiaguda. En ella es posible diferenciar entre la hoja (la cuchilla) y la empuñadura.
En este caso, la idea de empuñadura alude al componente que hace posible el control del arma. En la empuñadura se puede distinguir entre la guarda (la parte defensiva que actúa a modo de escudo), el pomo (el extremo que puede tomarse con la otra mano y que aporta al equilibrio de la espada) y el mango (donde se ubica la mano).
El acelerador de una motocicleta
Podemos encontrar otra utilización de empuñadura, asociada a las motocicletas. En este tipo de vehículo, se conoce como empuñadura al mango que, además de permitir el control de este medio de locomoción, puede girarse para acelerar.
Lo habitual es que la empuñadura sea el mango derecho del manubrio o manillar. El conductor se toma de ambos mangos y dirige la motocicleta con ellos; el mango derecho, además, se usa para acelerar girando la empuñadura.
La empuñadura como frase
Cabe destacar, por último, que anteriormente se mencionaba como empuñadura a una frase armada que se utilizaba a modo de fórmula de inicio en los relatos. La empuñadura era una expresión que se repetía por tradición y que, en el contexto de la literatura, ayudaba a situar al lector, dándole aviso del comienzo de la narración.
“Había una vez” es un ejemplo de empuñadura. Con esta fórmula suelen ponerse en marcha los cuentos infantiles: “Había una vez un príncipe que vivía en un país muy lejano…”, “Había una vez, en el medio de un bosque tenebroso, una bruja malvada que aterrorizaba a los niños que se atrevían a caminar por allí…”.