Para descubrir el significado del término esbelto vamos a proceder a conocer su origen etimológico en primer lugar. En este caso, podemos exponer que se trata de una palabra que deriva del italiano, concretamente de «svelto», que puede traducirse como «ágil». No obstante, esa a su vez procede del latín, de «exvellere».
El concepto permite calificar a aquel que tiene una figura armónica, siendo delgado y con buena estatura.
Entre los sinónimos de esbelto podemos destacar algunos tales como fino, apuesto, delgado, estilizado, grácil, sutil y apuesto, entre otros. Por el contrario, entre sus antónimos se encuentran obeso, desgarbado, rechoncho…
Por ejemplo: «Mi abuelo era un hombre esbelto y muy atlético», «La actriz presumió su cuerpo esbelto en las playas de Ibiza», «Es importante ser esbelto por un tema de salud, no por motivos estéticos».
A la persona esbelta se la suele considerar atractiva. Esto se debe a las proporciones que tiene su cuerpo y a los criterios estéticos dominantes. Sin embargo, el hecho de ser esbelto también puede vincularse a un estado físico saludable. Un individuo obeso puede padecer diversos trastornos de salud por su sobrepeso, mientras que alguien esbelto no presenta problemas vinculados a dicha cuestión. De todos modos, obviamente un individuo esbelto puede atravesar distintos inconvenientes con su físico.
La idea de esbelto también se utiliza con animales. Así es posible aludir a un «perro esbelto» o a un «caballo esbelto», por mencionar dos posibilidades: «La raza dóberman se caracteriza por los ejemplares esbeltos», «Necesito un caballo esbelto para cruzar este paso montañoso».
Esbelto incluso puede emplearse respecto a objetos. Un teléfono celular (móvil), un edificio o un monumento, por citar algunos casos, se pueden señalar como esbeltos según su diseño.
De la misma manera, no podemos pasar por alto tampoco la existencia de lo que se conoce como pensamiento esbelto. En concreto, se trata de un término que se utiliza dentro del ámbito empresarial, fundamentalmente, para indicar que solo un porcentaje determinado de los recursos, de los esfuerzos e incluso del tiempo empleado de una empresa sirven para otorgarle a esa un valor real frente a lo que es el cliente.
Varios son los principios sobre los que se sustenta el mencionado pensamiento esbelto, destacando los siguientes:
-Es necesario proceder a perseguir la perfección.
-Es fundamental determinar lo que es la cadena de valor.
-Tiene que existir lo que se conoce como flujo continuo.
-Es imprescindible que se consiga definir al valor, desde lo que es la perspectiva que tiene el cliente.
-Es clave lo que es el sistema de producción. Exactamente, hay que apostar por eliminar lo que son todas las actividades relacionadas con el sistema de producción de una empresa determinada que se considere que no aportan ni servicio al cliente ni tampoco valor de ningún tipo.
La esbeltez mecánica, por último, es la denominación de la característica de un prisma o de una barra que vincula la rigidez del sector transversal con la longitud total del elemento. Esta esbeltez contribuye a anticipar posibles inestabilidades elásticas y a calcular las tensiones.
