Una eslinga es un elemento que se utiliza para subir o elevar un cuerpo pesado. El concepto proviene del vocablo inglés sling.
De acuerdo a lo que se detalla en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), la eslinga consiste en una maroma que dispone de ganchos. Para entender la noción, por lo tanto, es conveniente centrarse en estos términos.
Analizando una eslinga
Decíamos que una eslinga es una maroma. Este vocablo procede del árabe hispánico mabrúm, a su vez derivado del árabe clásico mabrūmah (que puede traducirse como “retorcida”). Las maromas son cuerdas que tienen un grosor importante y que se caracterizan por su resistencia.
Un gancho, por su parte, es un dispositivo corvo cuyos extremos, o al menos uno de ellos, suelen finalizar en punta. Por su diseño, el gancho permite colgar o sujetar algo.
Cómo funciona
Puede decirse que una eslinga es un artículo intermedio que vincula a otras dos partes. Se trata de una cinta finalizada en un lazo que cuenta con un gancho de tracción o de izado.
La eslinga puede fabricarse con acero, poliéster, nailon u otros materiales. Lo importante es que sea resistente, elástica y flexible para contar con una buena capacidad de carga. Lo habitual es que su resistencia esté asociada al material y al ancho de la cuerda.
El funcionamiento de la eslinga es simple. El lazo debe engancharse a aquello que se pretende levantar, arrastrar o asegurar; por lo tanto, al otro extremo debe haber algo o alguien capaz de realizar o soportar una fuerza.
Usos de la eslinga
Las eslingas suelen ser utilizadas para movilizar un vehículo que quedó enterrado o atrapado en un terreno blando. En estos casos, la eslinga une el coche trabado con otro que puede tirar de él.
Otro uso frecuente de la eslinga aparece en el terreno del montañismo. La eslinga posibilita la creación de una reunión de aseguramiento o punto de anclaje, protegiendo a los montañistas ante eventuales caídas.
Además la eslinga es útil a la hora de un rescate, ya que permite subir a aquel que se cayó desde altura. Por eso este instrumento muchas veces es usado por los bomberos.
Clasificación según el tipo
La eslinga plana es la más popular. Consiste de una tira similar a un cinturón que suele tener uno o dos ganchos, aunque también hay eslingas planas ojo y ojo (con dobleces a modo de ojales en los extremos) y eslingas planas de ojo invertido (cuyos ojos están torcidos).
La eslinga multibrazo, la eslinga sin fin y la eslinga con trinquete son otras clases de eslingas planas. Las eslingas cilíndricas, tubulares o redondas, en tanto, presentan un diseño diferente y por lo general son más flexibles y elásticas que las planas.
Mantenimiento de la eslinga
Para evitar daños en la eslinga, y por lo tanto minimizar el riesgo de accidentes, es importante analizar su estado antes y después del uso. Si la maroma se encuentra deshilachada o presenta cortes, no debe utilizarse.
Es más fácil mantener la integridad de la cuerda si se la lava tras su utilización y se la guarda seca (es decir, sin humedad).
Por otra parte, no deben realizarse nudos con la eslinga ni usarla cuando está girada sobre sí misma. De lo contrario es más probable que se termine rompiendo.