Espina es una palabra que proviene del término latino spina y tiene diferentes significados y usos. Uno de ellos refiere a la púa, punta o aguijón que surge en el tejido vascular o leñoso de una especie vegetal.
Por ejemplo: «¡Ten cuidado, Molly! Si juegas junto a esas plantas puedes clavarte una espina», «Traté de cruzar el bosque en bicicleta pero se me pinchó una rueda por una espina», «Al agarrar el cardo, me clavé tres espinas».
Espinas en las plantas
En este sentido podemos subrayar que, desde el área de la botánica, se indica que este elemento ha ido apareciendo como consecuencia de la evolución y de la adaptación mayoritariamente en todas aquellas plantas que pueden encontrarse en zonas muy áridas donde existe poca vegetación, apenas hay agua y las temperaturas son muy elevadas.
De esta manera, podemos establecer que uno de los ejemplos perfectos de especies vegetales con espinas son los cactus que donde pueden hallarse más fácilmente es en zonas de tipo desértico. En este caso esos aguijones sirven para llevar a cabo la economización del agua que se poseen dichas plantas.
Un astilla y un elemento óseo
La espina también puede ser un astilla que se origina en una madera o en otro objeto áspero. Estas astillas tienen punta y pueden pinchar al tacto.
Diversas especies de pez, por otra parte, disponen en su esqueleto de numerosos elementos óseos delgados y alargados que se conocen como espinas: «Me gusta mucho ir a pescar, aunque me aburre tener que limpiar los pescados y quitarles sus espinas para poder comerlos», «Ordené un filete de merluza y me lo trajeron lleno de espinas».
En un sentido similar, se le dice espina a la columna vertebral (espina dorsal): «Los golpes en la espina son muy peligrosos», «El bebé nació con una malformación congénita en la espina y deberá ser operado».
Espina en el Imperio romano
A los significados o acepciones ya expuestos sobre el término que nos ocupa podríamos añadir uno más que era empleado básicamente durante la época del Imperio romano.
En aquel tiempo dicho concepto se utilizaba para hacer referencia a la pared o muro que existía en los circos, escenarios de diversos tipos de espectáculos (representaciones teatrales, combates…), para que entorno a él corrieran los caballos y carros que disputaban las distintas competiciones que allí se decidían organizar.
Esa construcción que estamos mencionando se caracterizaba, estéticamente hablando, porque no tenía una altura muy elevada, se erigía en medio del citado circo y contaba con una amplia ornamentación. Así, era frecuente que estuviera dotada con estatuas, obeliscos o con otros elementos decorativos y artísticos de características similares a los ya citados.
Una molestia
El concepto, por último, se utiliza para referirse a una molestia que causa una persona, a un dolor íntimo que perdura en el tiempo o a la desconfianza.
«La niña me ha dado mala espina», «Mi padre me dejó con la espina clavada») y «Al ganar su primer torneo profesional a los 31 años, el tenista panameño logró sacarse una espina» son expresiones que muestran esta acepción.