Para encontrar el significado del término exiguo se hace necesario proceder a conocer, en primer lugar, lo que es su origen etimológico. En este caso, podemos determinar que procede del latín, exactamente de “exiguus”, que puede traducirse como “escaso” o “reducido” y que emana del verbo “exigere”, que es fruto de la suma de dos componentes léxicos claramente definidos:
-El prefijo “ex-”, que significa “hacia fuera”.
-El verbo “agere”, que es equivalente a “actuar” o “mover”, por ejemplo.
Exiguo es un adjetivo que se emplea para calificar a aquello que resulta escaso, pequeño o parco. Lo exiguo, por lo tanto, es poco y en ocasiones ni siquiera es suficiente.
Por ejemplo: “El presupuesto que tenemos para organizar el festival es exiguo, pero haremos lo posible para que todos los vecinos puedan disfrutar el evento”, “El valor de la cuota es exiguo”, “El candidato oficialista se impuso en las elecciones con una diferencia exigua”.
Insuficiente, insignificante, corto o reducido son otros de los sinónimos que tiene la palabra que nos ocupa. Por el contrario, entre sus antónimos encontramos términos tales como generoso, abundante, amplio, grande…
Calificar algo como exiguo supone una valoración subjetiva. Tomemos el caso de las tarifas del servicio de electricidad. Para un usuario que percibe un salario de 50.000 pesos, una factura de 1.000 pesos mensuales por el servicio eléctrico puede resultar exigua. En cambio, a aquel que gana apenas 4.000 pesos, el mismo monto no le parecerá exiguo, sino todo lo contrario.
Lo exiguo suele considerarse en un determinado marco o contexto. Beber una copa de vino puede suponer un consumo exiguo de alcohol si la ingesta se da en una cena, por citar un caso. En cambio, si una persona bebe esa misma copa de vino pero cada media hora y a lo largo de todo el día, el consumo será excesivo y no exiguo.
Todo lo que puede medirse o mensurarse de alguna forma, puede ser considerado exiguo. Un estudiante puede quejarse por el “tiempo exiguo” que le dio un profesor para preparar una lección, mientras que un turista puede estar disgustado por el “desayuno exiguo” que le sirvieron un hotel. Un plazo mayor para el alumno y una comida más abundante para el viajero hubieran cambiado la calificación.
De la misma manera, no podemos pasar por alto la existencia de una figura histórica que tenía como sobrenombre el de Exiguo. Nos estamos refiriendo a Dionisio (460 – 525), un matemático y monje que nació en Escitia Menor y que ha pasado a la historia, entre otras cosas, por haber sido el creador del llamado cálculo Anno Domini.
El apodo de «El Exiguo» aparece documentado en algunos de los primeros escritos que llevó a cabo y es que aquel está reflejado al principio de algunos de los mismos. De él poco más se sabe salvo que llegó a Roma en torno al año 500 y que realizó las primeras colecciones del Derecho canónico al tiempo que llevó a cabo, de igual modo, un tratado sobre matemáticas.
