El experimento de la doble rendija es un experimento clásico de la física que demuestra la dualidad onda-partícula de la luz y otras partículas. Fue realizado por primera vez por Thomas Young en 1801, y consiste en hacer pasar luz a través de dos rendijas estrechas. Al proyectarla en una pantalla detrás de las rendijas, se observa un patrón de interferencia, típico de ondas. Sin embargo, al realizar el experimento con partículas como electrones, sorprendentemente también aparece este patrón, mostrando que éstas tienen propiedades tanto de partículas como de ondas.
Origen y evolución
El experimento de la doble rendija fue diseñado para resolver una disputa sobre la naturaleza de la luz. En aquel momento, existían dos teorías principales: la teoría corpuscular de Newton, que afirmaba que la luz estaba compuesta de partículas, y la teoría ondulatoria, que sugería que la luz era una onda.
El experimento de Thomas Young
El objetivo de Young era demostrar que la luz tenía propiedades ondulatorias. Para ello, la hizo pasar a través de dos pequeñas rendijas en una pantalla opaca. Si la luz estuviera compuesta de partículas, se esperaría ver solo dos franjas iluminadas detrás de las rendijas. Sin embargo, vio patrones de interferencia de ondas, con franjas alternadas de luz y oscuridad, generando crestas y valles que interferían entre sí. Fue un gran paso adelante para la teoría ondulatoria de la luz.
Evolución en la era cuántica
A medida que la física avanzó hacia el siglo XX, se descubrió que no solo la luz, sino también las partículas como los electrones, exhiben propiedades de onda y patrones de interferencia. Esto llevó a la formulación de la dualidad onda-partícula, uno de los principios fundamentales de la física cuántica.
Lo más intrigante fue que, al realizar el experimento con partículas individuales, el patrón de interferencia aún aparecía, pero solo después de que se hubieran acumulado suficientes impactos en la pantalla. Esto sugería que, de alguna manera, cada electrón estaba interfiriendo consigo mismo, lo que desafía la intuición clásica sobre cómo deberían comportarse las partículas.
Implicaciones en la física cuántica
Este fenómeno fue clave para el desarrollo de ideas más profundas sobre la naturaleza de la realidad en la física cuántica. Los experimentos de Bell, diseñados en la década de 1960 por el físico John Bell, extendieron estos principios al ámbito del entrelazamiento cuántico, otro fenómeno sorprendente en el que dos partículas pueden correlacionarse de tal manera que lo que le sucede a una afecta instantáneamente a la otra, sin importar la distancia.
Los experimentos de Bell fueron diseñados para probar la desigualdad de Bell, que establece límites sobre las correlaciones que se pueden observar en un sistema cuántico si los principios de la física clásica, como el realismo local, son correctos. Junto con el experimento de Aspect, entre otros, confirmó que el entrelazamiento cuántico era real, desafiando aún más las ideas tradicionales de causalidad y localización.
Experimentos de dispersión
Los experimentos de dispersión también jugaron un papel en la comprensión cuántica, particularmente en la interacción entre partículas subatómicas, donde la dualidad onda-partícula y las probabilidades cuánticas son fundamentales. En estos experimentos, partículas como protones o electrones se hacen colisionar o interactuar con otras partículas para estudiar su estructura interna, y los resultados son consistentes con los conceptos que surgen del experimento de la doble rendija.
Teorías relacionadas
Teoría de la relatividad de Einstein
Se centra en la gravedad y la relación entre espacio y tiempo, pero tiene implicaciones indirectas para el experimento de la doble rendija. La relatividad demuestra que la percepción del tiempo y el espacio depende del observador, lo que desafía las nociones clásicas de objetividad en los experimentos, especialmente cuando se consideran velocidades cercanas a la de la luz. Sin embargo, no aborda directamente la dualidad onda-partícula observada.
Teoría cuántica de campos
Extiende la mecánica cuántica al postular que las partículas son excitaciones de campos cuánticos subyacentes. En el contexto del experimento de la doble rendija, esta teoría describe las partículas no sólo como objetos localizados, sino como manifestaciones de un campo cuántico que puede exhibir propiedades de interferencia, lo que se alinea con los patrones observados en el experimento.
Teorías de unificación
Buscan combinar las fuerzas fundamentales (electromagnética, nuclear fuerte y débil, y gravedad) en un marco teórico coherente. Aunque aún no se ha logrado una teoría completamente unificada, el experimento de la doble rendija plantea desafíos sobre cómo la gravedad y las partículas cuánticas se comportan a escala microscópica, lo que podría ser dar lugar a un importante avance.
Teoría de cuerdas
Postula que las partículas fundamentales no son puntos, sino pequeñas cuerdas vibrantes. En relación con el experimento de la doble rendija, esta teoría sugiere que las propiedades cuánticas de las partículas, como la interferencia, podrían explicarse por las vibraciones y las dimensiones adicionales. Sin embargo, aún no ha habido una validación experimental directa de estas ideas.
Teoría de la inflación cósmica
Describe un periodo de expansión extremadamente rápida del universo justo después del Big Bang. Aunque su foco está en la cosmología, esta teoría comparte con el experimento de la doble rendija la idea de que los principios cuánticos juegan un papel esencial en el universo, ya que las fluctuaciones cuánticas durante la inflación habrían sembrado las estructuras del cosmos que vemos hoy.
Teoría de la información cuántica
Aplica los principios de la mecánica cuántica, como el entrelazamiento y la superposición cuántica, a la transmisión y procesamiento de información. El experimento de la doble rendija es relevante aquí porque plantea preguntas fundamentales sobre el papel del observador y cómo la información es medida y procesada en sistemas cuánticos. La interferencia observada ilustra cómo la información cuántica se distribuye y colapsa al ser medida.
Implicaciones de la mecánica cuántica
El experimento de la doble rendija es fundamental para entender varias implicaciones de la mecánica cuántica.
Principio de incertidumbre de Heisenberg
Establece que no es posible conocer simultáneamente y con precisión absoluta ciertos pares de propiedades de una partícula, como su posición y momento. En el experimento de la doble rendija, esto significa que, al intentar determinar por qué rendija pasa una partícula, perturbamos su trayectoria, destruyendo el patrón de interferencia.
Superposición cuántica
Durante el experimento, las partículas se encuentran en un estado de superposición, lo que significa que pasan por ambas rendijas simultáneamente hasta que son medidas. Esto es lo que genera el patrón de interferencia en la pantalla.
Colapso de la función de onda
Cuando se observa por qué rendija pasa una partícula, la función de onda (que describe todas las posibles trayectorias) colapsa en una sola trayectoria. Al medir, la interferencia desaparece, mostrando que la observación afecta el resultado.
Debate sobre la medición cuántica
Este experimento es central en el debate sobre cómo y cuándo la observación de un sistema cuántico provoca el colapso de la función de onda. Algunos interpretan que es el acto de medir el que define la realidad de una partícula en el experimento.
Observables cuánticos
Propiedades medibles de un sistema, como la posición o el momento de una partícula. En el experimento de la doble rendija, intentar medir la posición altera el comportamiento cuántico de las partículas, lo que implica que la realidad cuántica es sensible a cómo y qué se mide.
Universo observable
Aunque el experimento se realiza a nivel microscópico, sus implicaciones desafían nuestra comprensión del universo observable. Demuestra que lo que observamos a nivel macroscópico es sólo una realidad colapsada de una estructura más rica y compleja en el mundo cuántico, donde el acto de medir influye en lo que percibimos.