El expresionismo es una corriente literaria y artística que nació en el territorio alemán a comienzos del siglo XX, cuyos principios se basan en expresar las emociones en lugar de intentar plasmar la realidad. Este movimiento supone una reacción al impresionismo, que pretende representar la impresión que lo real produce en la vista.
Puede decirse que el expresionismo es una manera de entender el arte. Pintores, escritores, fotógrafos, coreógrafos, cineastas y músicos, entre otros artistas, abrazaron el expresionismo y se volcaron a manifestaciones donde sobresale la visión interior del creador.
Para el expresionismo, lo importante es la expresión subjetiva de lo que se siente y no describir la realidad de forma objetiva. De hecho, sus obras en ocasiones se constituyen como una distorsión del plano real.
La defensa de la libertad individual, el interés por temáticas que se consideran tabú y el predominio de la pasión y la emoción son algunos de los pilares del expresionismo, que abarcó diversos estilos.
Edvard Munch, Vasili Kandinski, Paul Klee y Amedeo Modigliani son algunos de los artistas que suelen mencionarse como referentes del expresionismo ya que sus trabajos expresan los sentimientos y no se limitan a representar aquello que reflejan los sentidos.
Cabe destacar que, de acuerdo a los especialistas, ya se podían observar rasgos del expresionismo en pintores que vivieron antes del siglo XX, como El Bosco (1450-1516), El Greco (1541-1614) y Francisco de Goya (1746-1828). Luego de la Segunda Guerra Mundial, el movimiento fue desapareciendo como tal, aunque su influencia se extendió al neoexpresionismo, el expresionismo abstracto y otras tendencias.
Veamos a continuación algunas de las características del expresionismo:
* subjetividad: por lo general, cuando hablamos de expresionismo pensamos en una deformación de la realidad con la finalidad de reflejar la subjetividad del ser humano. Esto se opone a una copia fiel de la realidad o una «impresión» de la misma, tal y como ocurre en el impresionismo, ya que propone mirar más allá de la capa externa;
* contexto histórico: es importante entender que el expresionismo surgió a lo largo de las denominadas Vanguardias históricas, a principios del siglo XX y antes de que se desatara la Primera Guerra Mundial. Fue entonces que comenzó a propagarse un rechazo por la filosofía positivista (la cual confiaba en los avances y progresos de la ciencia para conducir a la sociedad), y esto se reflejó en una actitud pesimista y en una pérdida de valores que se aprecia claramente a través del expresionismo;
* estilo: aunque las estéticas que se pueden apreciar en las obras de los diferentes artistas que representan el expresionismo son muy variadas, algo que permaneció firme desde el comienzo es el predominio de la subjetividad por sobre otros factores que interesaban a los impresionistas, como ser la cercanía con la realidad y la armonía de sus formas. La razón de las diferencias entre los artistas reside precisamente en que cada uno buscaba plasmar su propia visión, su manera única de ver las escenas que pintaba sobre el lienzo;
* ámbito: si bien el expresionismo se dio en varias disciplinas artísticas, su surgimiento tuvo lugar en la pintura, y fue en ese marco donde más se desarrolló. Entre los recursos pictóricos más destacados de los primeros ejemplos de expresionismo se encuentran las sensaciones, el dinamismo y el color. Los comienzos del expresionismo se vivieron con mucha energía, ya que sus representantes hicieron lo posible por divulgar esta nueva corriente, llevando sus exposiciones a varias ciudades y, con el tiempo, cruzando las fronteras de sus propios países;
* arquitectura: así como la pintura, la arquitectura también tuvo su paso por el expresionismo, y esto ocurrió especialmente en Alemania, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Checoslovaquia y Austria.