El adjetivo fatal, procedente del vocablo latino fatālis, hace referencia a aquello que es malo, triste o trágico. Lo fatal suele tener consecuencias definitivas o muy difíciles de revertir.
Por ejemplo: “El joven sufrió un accidente automovilístico fatal cuando se dirigía hacia la casa de sus padres”, “Una riña fatal a la salida del estadio terminó con un hombre muerto y tres heridos de gravedad”, “El niño ingirió una dosis fatal del medicamento y falleció a las pocas horas”.
Lo fatal es desdichado o infortunado. Si un anciano se resbala en la ducha y muere como consecuencia de un golpe en la cabeza al caerse, se puede decir que esta persona sufrió un accidente fatal.
También se califica como fatal a lo que es malo. Un periodista puede afirmar que un jugador de básquetbol (baloncesto) tuvo un partido fatal si erró los siete lanzamientos que realizó, perdió seis balones y cometió cinco faltas personales. En un sentido similar, un individuo que llegó tarde a su trabajo por una avería en su automóvil, perdió sus gafas y se enteró de un problema de salud de un amigo, tuvo un día fatal.
En numerosas obras culturales se haya hecho uso del término que nos ocupa para titularlas. Este sería el caso, por ejemplo, de la película estadounidense “Atracción fatal”, que se estrenó en el año 1987 y que estuvo dirigida por Adrian Lyne. Contó con un total de seis nominaciones a los premios Oscar.
Michael Douglas, Glenn Close y Anne Archer son los actores que protagonizan este filme de suspense psicológico que cuenta la historia de un hombre casado que decide tener un romance con una extraña mujer por la que se siente muy atraído. La situación entre los amantes se complicará cuando ella le siga a todas partes, intente pasar con él todo el tiempo, comience a investigar aspectos de su vida privada, empiece a acercarse a su familia…
De la misma manera, no podemos pasar por alto tampoco la existencia de la novela “Fatal”, escrita por Jean-Patrick Manchette y que se publicó en 1972. Se trata de una obra del género negro que gira en torno a una asesina y a sus peculiares motivaciones para llevar a cabo el crimen de distintos personajes.
La expresión mujer fatal, por otra parte, alude a una integrante del género femenino que, por sus encantos, ejerce una atracción irresistible en los hombres. Lo fatal estaría dado, según este criterio, en que el hombre sería capaz de realizar cualquier cosa -hasta algo desgraciado- con tal de estar con la mujer en cuestión. Incluso se suele considerar como mujer fatal a aquella que apela a su sensualidad para obtener beneficios de los hombres a los que cautiva.
Asimismo, no podemos pasar por alto que una de las canciones más populares de la historia de la música en España como es “¿Qué hace una chica como tú en un lugar como este?” tiene también en su letra ese concepto de mujer fatal. En concreto, dice así: «Mujer fatal, siempre con problemas. ¿Qué tienes en los ojos, nena? ¿O es que vas a llorar?”.
