El término fauces, cuyo origen etimológico se encuentra en la lengua latina, hace referencia al sector posterior de la boca de un animal mamífero. Las fauces comienzan en el velo del paladar y se extienden hasta la zona donde se inicia el esófago.
La boca es la cavidad donde se encuentran los dientes y la lengua. Se trata de la abertura superior del tubo digestivo: a través de ella ingresa la comida. A la parte posterior, en el ser humano y en el resto de los mamíferos, se la conoce como fauces.
Cabe destacar que el paladar es la parte interna y superior de la boca. El velo del paladar, donde se inician las fauces, es la cortina membranosa y muscular que permite la separación de la cavidad bucal y la faringe (el sector del tubo digestivo que continúa a la boca).
Las fauces, en definitiva, empiezan en el velo del paladar, siguen en la faringe y llegan hasta el comienzo del esófago (la sección del tubo digestivo que se desarrolla entre la faringe y el estómago).
A la abertura ubicada entre la región posterior de la boca y la mencionada faringe se la llama istmo de las fauces. Este istmo se encuentre rodeado por el velo y los pilares del paladar y, debajo, por la base de la lengua.
En el lenguaje coloquial, se suele llamar fauces a la boca de cualquier animal, especialmente si se trata de un animal feroz o salvaje. Por ejemplo: “En el circo vi cómo un hombre introducía su cabeza en las fauces de un león”, “De las fauces del cocodrilo sobresalían las patas de un ave”, “El joven corrió y corrió para no caer en las fauces del depredador”.
Hisopado de fauces
En el ámbito de la medicina clínica, existe un análisis que se conoce por varios nombres, entre los que se encuentran hisopado de fauces, hisopado faríngeo y prueba rápida de antígenos. Se trata de un procedimiento usado para detectar la bacteria llamada estreptococo del grupo A, la cual provoca enfermedades como ser la escarlatina y la infección de garganta.
Entre los síntomas más comunes de la escarlatina y la infección de garganta podemos mencionar el dolor y la fiebre. Es importante señalar que estas enfermedades se contagian con mucha facilidad. Para tratarlas, se suelen indicar antibióticos.
El hisopado de fauces comienza cuando el proveedor de atención médica pasa suavemente la punta algodonada de un largo hisopo por la zona posterior de la garganta y por las amígdalas. Si el médico no actúa con destreza y suavidad, esto puede resultar bastante molesto para los pacientes, especialmente para los más pequeños, e incluso provocar arcadas.
Dependiendo de la infraestructura de cada centro médico, los resultados del análisis pueden recibirse en cuestión de minutos o de horas: si da positivo, entonces el paciente tiene una infección por estreptococos y el profesional puede proceder a indicarle un tratamiento adecuado; por el contrario, un resultado negativo puede derivar en un análisis denominado cultivo para descartar completamente la presencia de esta bacteria.
Cabe mencionar que en un caso de infección de garganta por estreptococos no son efectivos los medicamentos más leves, usados para calmar una irritación, y ésta es una de las razones por las cuales es necesario el hisopado de fauces. Los síntomas de este trastorno son los siguientes:
* dificultad para deglutir, acompañada o no por dolor;
* dolor de garganta;
* fiebre;
* inflamación de los ganglios en la zona del cuello, o bien sensación de dolor al tocarlos;
* vómitos o náuseas;
* erupciones en la piel;
* dolor de estómago o de cabeza;
* inapetencia;
* enrojecimiento e hinchazón de las amígdalas;
* manchas de color blanco en la garganta y en la lengua.