Con origen en la lengua occitana, flauta es un término que alude a un instrumento de viento que tiene forma tubular. Las flautas disponen de orificios que el músico debe tapar o no, ya sea con los dedos o con una llave, según la nota que pretenda tocar.
Por lo general, este tipo de instrumento musical se fabrica con madera, aunque también puede utilizarse metal, resina, hueso o plástico, entre otros materiales. Para producir el sonido, la persona debe colocar la boca en la boquilla de la flauta y soplar en el bisel. Según el tipo de flauta, el aire puede atravesar el tubo directamente o ingresar a un canal.
La mayoría de las flautas se tocan de frente: de este modo, el instrumento queda delante de la cara. Ese es el caso de la flauta dulce, una de las más populares, cuya boquilla se halla en el extremo superior. En cambio, la flauta traversa, también conocida como flauta transversal o flauta travesera, se toca de costado, ya que el extremo superior está cerrado y la embocadura se ubica a un lado.
La flauta dulce se fabrica en varios materiales, siendo el plástico y la madera las dos opciones más comunes. Las primeras son más económicas, y por eso resultan ideales para los estudiantes que no cuenten con el dinero suficiente para acceder a una de mayor calidad ni con la experiencia como para sacarle todo el provecho. La popularidad de este instrumento no es reciente, sino que data del siglo XIV.
El sonido de la flauta dulce es muy suave, aunque en manos de un principiante también puede resultar chirriante. Dado que es bastante más fácil de ejecutar que la mayoría de los instrumentos, suele ser el primero que los docentes de música enseñan a tocar a los niños en la escuela. Una de las razones por las cuales no presenta mayores desafíos es la imposibilidad de hacer acordes: solamente podemos tocar una nota por vez, a diferencia de una guitarra o un piano.
Aprender a tocar la flauta dulce durante los primeros años de educación es muy útil para desarrollar el oído y mejorar la motricidad. Además, les da a los niños una herramienta para imitar y analizar las decenas de melodías que oyen en su día a día, ya sea en la radio, en la televisión o incluso mientras caminan por la calle: traducir todo esto a secuencias de notas es el primer paso hacia el solfeo, es decir, la base de la música académica.
La flauta dulce de plástico no sólo es más barata que la de madera, sino que también es más fácil de mantener. Es importante que los mayores les enseñen a los niños a limpiarla y protegerla de golpes. Los modelos básicos se venden en una sola pieza, mientras que los más caros suelen venir en tres partes: la boquilla, el segmento con los agujeros para producir las notas y la punta en forma de campana. Antes de usar una de estas últimas es necesario armarla, uniendo sus tres piezas.
En algunos países latinoamericanos, por otra parte, se llama flauta a un pan largo que se caracteriza por presentar una miga esponjosa recubierta por una costra de mayor dureza. Las flautas muchas veces se utilizan para preparar sándwiches. También, en México, se denomina flauta a un taco que tiene una longitud mayor a la habitual.
En ciertas regiones, por último, la interjección «¡Ah, la flauta!» se emplea para expresar asombro o admiración: «¿Es verdad que marcaste seis goles en el partido de esta mañana? ¡Ah, la flauta!», «¡Ah, la flauta! No sabía que en este restaurante las porciones eran tan abundantes».