Por flexibilidad se entiende a la característica de flexible. Se trata de una palabra que permite resaltar la disposición de un individuo u objeto para ser doblado con facilidad, la condición de plegarse según la voluntad de otros y la susceptibilidad para adaptarse a los cambios de acuerdo a las circunstancias.
La flexibilidad de tipo muscular, en este contexto, identifica a la capacidad de un músculo para poder ser estirado sin sufrir daños. Esta posibilidad está determinada por el espectro de movimiento de los músculos que forman una articulación.
Una capacidad desarrollada en gimnastas y contorsionistas
En este sentido, podemos decir que entre las personas que tienen más flexibilidad muscular nos encontramos a las deportistas que practican gimnasia rítmica. Y es que como se ve en sus distintos ejercicios son capaces de realizar movimientos y posturas casi imposibles para el resto de los mortales.
Igualmente podríamos destacar a una serie de profesionales que suelen trabajar en circos y grandes espectáculos y que reciben el nombre de contorsionistas. Estos tienen la cualidad de poder llevar a cabo una serie de movimientos anómalos del cuerpo que desde luego llaman la atención y sorprenden a todo el mundo que ve sus números.
Cómo mejorar la flexibilidad muscular
Cabe destacar que existen múltiples ejercicios o rutinas que permiten mejorar la flexibilidad muscular. Los más usuales forman el método estático pasivo, que consiste en estirar los músculos de forma lenta hasta su máximo posible sin experimentar dolor o sensaciones desagradables. Este estiramiento puede realizarse con ayuda de otras partes del cuerpo, de algún asistente o de un aparato.
Al realizar estos ejercicios con cierta frecuencia, el sujeto notará cómo su flexibilidad comienza a mejorar. Es recomendable, de todas formas, contar con el asesoramiento de un especialista antes de fijar una rutina para evitar daños en los músculos.
Además de los citados ejercicios, con los que se consigue contar con un importante nivel de flexibilidad, es importante tener en cuenta que existen diversos elementos que determinan también que una persona sea más flexible que otra. Entre aquellos se encuentran los genes, la edad pues mientras se sea más joven es mayor esta capacidad, y también el trabajo que se tenga.
Forma de regulación de los derechos laborales
La flexibilidad laboral, por otra parte, identifica a un modelo pensado para regular los derechos laborales. Esta flexibilidad propone un sistema que reduzca las obligaciones de la empresa (facilitando los despidos al reducir las indemnizaciones, entre otras cuestiones) bajo el argumento de promover la inversión y la actividad en el mercado laboral.
Aumentar la creación del empleo es el principal argumento que esgrimen los que están a favor de la citada flexibilidad laboral, caracterizada por un menor tiempo de contratación y una reducción palpable de lo que es el coste de la mano de obra. No obstante, sus detractores están de acuerdo en afirmar que esta iniciativa lo que consigue es no sólo disminuir la capacidad adquisitiva de los trabajadores sino también hacer más precarias sus condiciones laborales.
A nivel general, la flexibilidad está relacionada con la capacidad de adaptación. Por ejemplo: «Necesito un empleado con flexibilidad que pueda alternar entre el turno mañana y el turno noche», «Mi hija asiste a una universidad que requiere de una importante flexibilidad en los horarios».