Los fonogramas son representaciones gráficas de los sonidos de una lengua.
Fonograma es la letra -o el grupo de letras– que permite la representación de un fonema. Esta acepción se enmarca en el el terreno de la lingüística.
Se llama fonema a la unidad fonológica cuya descomposición en unidades menores no es posible y que resulta capaz de diferenciar significados. Fonema procede del griego phṓnēma, que alude al “sonido de la voz”.
TemasUnidad mínima de escritura
El fonograma es la unidad más pequeña e indivisible de la escritura, lo que también se conoce con el nombre de grafema. El signo, en este caso, sirve para representar un fonema (un sonido del habla).
Puede decirse que un fonograma se encarga de transcribir, de forma arbitraria, un sonido. Es un carácter escrito que no tiene ninguna relación con el significado.
El fonograma, en definitiva, se emplea para la transcripción de un sonido hablado, sin tener en cuenta el significado al que hará referencia dicho sonido. De este modo, un mismo fonograma puede adquirir diversos significados.
En nuestra lengua, por ejemplo, la letra E es uno de los varios fonogramas cuando se usa para representar el sonido que emitimos al leerla de manera independiente junto con las otras cuatro vocales. Lo vemos en las palabras mes, pez y cortés, entre otras miles, y sobra decir que no les aporta ningún significado sino únicamente sus características sonoras.
Arbitrariedad
La arbitrariedad es una de las características principales del fonograma, tanto en su forma como en el sonido que que representa. Esto puede parecer difícil de entender para un hablante nativo, que conoce los signos de su idioma desde la infancia, pero para una persona extranjera que use otro alfabeto salta a la vista.
Nunca nos detenemos a pensar «¿por qué la A se escribe así?», por ejemplo, aunque sí cuestionamos el aspecto y los sonidos de los alfabetos usados en otros países, como Rusia o India. Tomemos el caso del alfabeto cirílico, usado tanto en el ruso como el búlgaro, el ucraniano y el turcomano, entre otros idiomas: a simple vista, sus fonogramas guardan un parecido considerable con los nuestros, y esto nos lleva a asumir que podemos leerlos.
No se trata de una actitud negativa, sino de un acto casi reflejo, ya que tenemos grabados nuestros fonogramas en una parte indeleble de la memoria, y los usamos de forma natural, así como reconocemos primero a nuestros seres queridos y luego al resto de las personas. Intentamos ver en otras letras las nuestras, porque son nuestros puntos de referencia a la hora de leer y escribir. Claro que para aprender otra lengua debemos trascender esta resistencia y abrirnos a la arbitrariedad de la extranjera, tan válida como la nuestra.
Fijación sonora
Un fonograma, por otra parte, es el registro del sonido en un soporte para posibilitar que sea reproducido. La noción hace mención a una fijación sonora.
Para la creación de un fonograma primero se debe captar y registrar el sonido. Lo habitual es que luego se lo someta a un determinado proceso para optimizar sus cualidades y su calidad.
La grabación oficial de una canción también se llama fonograma.
Una canción grabada en un disco compacto (CD) constituye un fonograma. Gracias a este recurso, la interpretación o ejecución de la obra musical en cuestión puede ser escuchada mediante su reproducción en el dispositivo adecuado.
Nótese que en algunos casos se usa el término fonograma como sinónimo de máster, es decir la grabación oficial de una canción, la versión definitiva que se distribuye y que se incluye, por ejemplo, en un álbum. Para que ésta exista, sin embargo, es necesario que se base en una composición original o, en su defecto, que quien la realiza cuente con los derechos adecuados.
