El concepto de galón puede proceder de dos fuentes etimológicas diferentes: el francés galon o el inglés gallon. En cada caso, la raíz origina distintos significados.
Cuando galón procede de la lengua francesa, puede aludir a un tejido que se emplea a modo de cinta. Se llama galón, en este marco, a un distintivo empleado por integrantes de una fuerza militar.
Como tejido, el galón se destaca por su fortaleza. Puede confeccionarse con hilo de plata y oro, con seda o con lana, utilizándose con fines ornamentales. A nivel de las fuerzas armadas, los galones sirven para visualizar un grado o un rango.
Si galón proviene del idioma inglés, en cambio, refiere a una unidad de volumen utilizada en naciones angloparlantes y en varios países latinoamericanos (como Nicaragua y Panamá, entre otros). El galón hace referencia al volumen de un líquido, por lo general combustible, vino o cerveza.
De acuerdo al detalle del diccionario de la Real Academia Española (RAE), en Norteamérica un galón es equivalente a 3,785 litros. En Gran Bretaña, en cambio el galón equivale a 4,546 litros. De este modo se puede diferenciar entre el galón internacional (o galón estadounidense) y el galón imperial (o galón británico).
Resulta evidente que hablar de galones en general es confuso, ya que dependiendo de la región la expresión hace mención a distintos tipos de volúmenes. Un galón de gasolina en Estados Unidos no tiene el mismo volumen que un galón de cerveza en Inglaterra, por ejemplo. Por eso es importante conocer, en cada caso, su equivalencia en una unidad común (como el litro).
Si esta diferencia en su significado puede traernos confusiones a nosotros, que hablamos otra lengua y si viajásemos a una de estas dos regiones no arrastraríamos tantos preconceptos, imaginemos cuánto más difícil es para un inglés adaptarse a la equivalencia de un galón en Norte América y viceversa. Más interesante resulta incluso que en nuestro idioma tengamos una palabra con dos acepciones tan diferentes, cada una con su propio origen.
Cabe mencionar que no sólo los países de habla inglesa utilizan el término gallon para referirse a la unidad de volumen antes señalada, sino que también podemos encontrarlo en aquellos que se ven influenciados por ellos, como ser los siguientes: Nicaragua, Panamá, Liberia, Honduras, Colombia, El Salvador y Guatemala. En todos ellos, el uso más normal de esta palabra se reserva a la medida de volumen de ciertos líquidos, en especial al de la gasolina, necesaria para expresar su precio.
Como dato curioso, debemos indicar que en la antigüedad no bastaba con conocer el número de galones de un determinado producto para saber de qué cantidad se trataba, ya que para cada uno los valores eran diferentes, y también influía el sitio en el que se tomara la medida. Para el siglo XIX, se generalizaron dos definiciones: el galón de cerveza británico y el de vino.
El concepto de galón imperial surgió en Gran Bretaña en el año 1824 a partir del que se usaba para medir la cerveza por aquel entonces, y se basaba en la cantidad de 10 libras de agua destilada calculada en el aire, con un valor de 30 pulgadas de mercurio de presión barométrica y una temperatura de 16,667 grados centígrados. Expresado en pulgadas cúbicas, el volumen del galón imperial equivale a 277,41945; en centímetros cúbicos, por otro lado, resulta un total de 4546,0903.
En Estados Unidos ya habían asignado otro valor a la unidad de galón, que se basaba en la medición del vino en un cilindro de 7 pulgadas de diámetro y 6 de largo. Mientras que en esa época el galón americano equivalía a 230,907 pulgadas cúbicas, en la actualidad su valor es 231.