La garrapata es un parásito que se alimenta de la sangre de su huésped.
Garrapata es un término que deriva de caparra. Ambos conceptos se emplean para hacer referencia a un ácaro: un artrópodo que forma parte del conjunto de los arácnidos.
El cuerpo de las garrapatas, de apariencia oval, tiene una extensión que ronda los cinco milímetros. Sus patas, al finalizar en uñas, les permiten agarrarse de los perros y de otros animales a los cuales les chupan la sangre para alimentarse.
TemasAlimentación de las garrapatas
Las garrapatas son parásitos ya que subsisten a expensas de otros organismos. Como viven sobre la superficie de las especies a las que parasitan, son calificadas como ectoparásitos.
Lo que hacen las garrapatas, como ya indicamos, es adherirse al cuerpo de caballos, vacas, gatos, perros y otros animales. Una vez que se fijan al hospedador o huésped, atraviesan su piel y comienzan con la succión de la sangre. Por eso son parásitos hematófagos.
Una garrapata puede pasar varios meses en búsqueda de un huésped. Por otro lado, ya adherida, chupa sangre hasta saciarse en un proceso que se puede extender muchos días.
Es importante mencionar que las garrapatas son transmisoras de diversas enfermedades. Esto se debe a que, mientras comen, pueden introducir patógenos en el huésped a través de sus excrementos, la regurgitación o incluso la saliva.
Los perros suelen ser afectados por las picaduras de las garrapatas.
Cómo proteger a las mascotas
Las mascotas como los perros y los gatos son víctimas frecuentes de las garrapatas. Debido a los microorganismos que transportan, estos parásitos pueden poner en riesgo la vida del hospedador e incluso de los seres humanos.
Los terrenos con pasto y las zonas boscosas son lugares donde habitualmente viven las garrapatas. A llevar a un perro a pasear a un parque, por ejemplo, es posible que termine siendo picado por una garrapata.
En una primera instancia, las garrapatas provocan irritación e inflamación en el área afectada. Sin embargo, una reacción alérgica o una infección de tipo bacteriana pueden generar mucho dolor a la mascota. Por otro lado, si son muchas las garrapatas que se están alimentando, el huésped puede padecer anemia. Además, como ya mencionamos, las garrapatas pueden transmitir enfermedades graves como la babesiosis o la enfermedad de Lyme.
A modo de prevención, los especialistas recomiendan administrar productos antiparasitarios con una determinada periodicidad. Estos fármacos matan a la garrapata y actúan como repelente. De todos modos, es necesario consultar a un veterinario para que este profesional indique cómo se debe actuar en cada caso.
Extracción de las garrapatas
Es habitual que, al detectar una garrapata en el cuerpo de una mascota, las personas quieran extraerlas rápidamente. Esa acción bienintencionada no es la indicada, ya que puede favorecer una infección si el parásito regurgita o su cuerpo se rompe.
Hay pinzas especiales que permiten quitar las garrapatas con seguridad y bajo riesgo. Estos instrumentos son útiles para sostener a la garrapata de su aparato bucal y sacarla sin dejar restos en el animal de compañía.
Transmisión de enfermedades
Las garrapatas son vectores de numerosas enfermedades que pueden afectar al humano. Una de ellas es la enfermedad de Lyme, generada por bacterias del género Borrelia, que origina una eflorescencia (lesión en la piel), cefalea, dolores articulares y fiebre. Sin tratamiento, este trastorno deriva en el desarrollo de afecciones neurológicas y esqueléticas.
La babesiosis, causada por protistas del género Babesia, se asemeja a la malaria. En un caso grave puede producir dolores de cabeza, vómitos y dificultades en la respiración.
Otra enfermedad que transmiten las garrapatas es el tifus, caracterizado por la erupción cutánea, la cefalea, la tos y la fiebre alta. Las bacterias del género Rickettsia son las responsables de este mal.
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