El helio es un gas noble que se usa para inflar globos.
Gas es un término que acuñó el físico y químico flamenco Jan Baptista van Helmont, nacido en 1577 y fallecido en 1644. Este científico partió del vocablo latino chaos, que puede traducirse como «caos», para llegar a la idea de gas.
Un gas es un fluido caracterizado por la baja densidad y por su tendencia a expandirse. Puede decirse que es un estado de agregación de la materia que se alcanza cuando las moléculas mantienen entre sí una interacción muy débil. La materia, de esta manera, adopta el volumen y la forma del envase donde se encuentra.
Según sus características, los gases se clasifican de diferente modo. Los gases nobles son elementos químicos presentes en la atmósfera que tienen la particularidad de contar con una reactividad muy baja.
TemasPropiedades de los gases nobles
En condiciones normales, los gases nobles son incoloros e inodoros. Su ubicación en la tabla periódica de los elementos está en el grupo 18.
En total, los especialistas reconocen la existencia de siete gases nobles: el oganesón, el radón, el xenón, el kriptón, el argón, el neón y el helio. Ya que, teniendo en cuenta la valencia, la capa de electrones se muestra completa, estos gases no tienden a involucrarse en reacciones químicas.
Otro rasgo de los gases nobles es la cercanía entre el punto de fusión y el punto de ebullición, separados por menos de 10 grados centígrados. Esto quiere decir que estos gases se mantienen en estado líquido solo en un intervalo acotado de temperaturas.
Los gases nobles se emplean como componentes de los gases respirables que se utilizan en el buceo.
Su descubrimiento
En 1784, el francés-británico Henry Cavendish (1731–1810) advirtió la presencia en el aire de una sustancia con menor reactividad que el nitrógeno. Sin embargo, se señala al inglés Norman Lockyer (1836–1920) y al francés Pierre Janssen (1824–1907) como pioneros en el reconocimiento de los gases nobles. Estos científicos, mientras analizaban la atmósfera del Sol en 1868, descubrieron la existencia de un gas de baja reactividad al que bautizaron con el nombre de helio.
Dos décadas después, Hugo Erdmann (1862–1910) fue quien nombró a un gas de reactividad muy reducida como Edelgas (en nuestro idioma, gas noble). La denominación surgió por analogía al oro, un metal que se vincula a la nobleza y la riqueza y que evidencia poca reactividad.
Ya para 1902, el ruso Dmitri Mendeléyev (1834–1907) incorporó los gases nobles a su estructura de clasificación de los elementos, que más tarde derivaría en la conformación de la llamada tabla periódica.
Es interesante señalar, por otro lado, que tiempo atrás a los gases nobles también se los conocía como gases raros o gases inertes. Estos motes, sin embargo, fueron quedando en desuso.
Utilización de los gases nobles
Los gases nobles tienen múltiples usos. El helio y el neón, por ejemplo, suelen combinarse con el oxígeno para la creación de la mezcla mencionada como gas respirable que se usa en el buceo.
En el campo de la iluminación, el kriptón, el argón y el xenón se utilizan en distintas clases de bombillas, faroles y lámparas.
Para sustentar globos y dirigibles, en tanto, puede emplearse helio. Este gas noble, al igual que el neón, también se aprovecha en la criogenia.
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