Genio es un término procedente del latín genius que tiene numerosos usos de acuerdo al contexto. Puede tratarse de la disposición ocasional del ánimo o de la condición según la cual se actúa.
Por ejemplo: «Te recomiendo que no le hables demasiado al abuelo, que se ha despertado con mal genio», «Juan siempre nos alegra con su buen genio».
Genio como persona con una capacidad extraordinaria
Genio también es la capacidad mental extraordinaria o la persona dotada con dicha facultad. Un genio, en este sentido, es alguien especial y fuera de lo común, con un talento o una habilidad que no puede ser imitada. En este sentido, el término genio suele ser utilizado para acentuar la admiración hacia una persona por sus increíbles virtudes en una determinada disciplina, que puede ser una ciencia exacta, un deporte o una forma de arte.
Para que un individuo llegue a ser considerado un genio por su entorno, existe una serie de «requisitos», ciertas características que debe tener su vida, aunque cada caso particular puede presentar variaciones. En primer lugar, es muy propio de los genios sentir una pasión muy profunda por un campo del conocimiento, un fuego que lo lleva a desear no hacer otra cosa de con su tiempo que dedicarse a esa disciplina o ciencia, a eso que le da sentido a su existencia.
Los genios no son simplemente personas con facilidad para resolver ciertos problemas, sino individuos que se entregan absolutamente al estudio y la práctica de una materia, muchas veces ignorando las cuestiones que para otros resultan básicas, como ser las relaciones interpersonales, el cuidado del aspecto físico e incluso el éxito. Ser un genio no siempre va de la mano de la notoriedad pública; se sabe que muchos de los grandes del pasado debieron enfrentar la pobreza extrema y murieron en terribles condiciones.
El rol de los mentores
El rol de los mentores también resulta fundamental para muchos; si bien los genios suelen mostrar habilidades difíciles de explicar, la inspiración en el trabajo ajeno suele ser un buen punto de partida para descubrir la propia vocación.
Sin embargo, en estos casos, la ayuda a nivel técnico que puede brindar un maestro es más limitada que con estudiantes de una inteligencia normal, dado que el progreso de un genio se da a pasos agigantados y de forma impredecible.
Es importante señalar que la habilidad extrema y fuera de lo normal en una materia no impide la torpeza en otras; un genio del piano puede ser capaz de realizar imposibles acrobacias con sus dedos mientras se encuentra frente a una partitura de Chopin, pero incapaz de sostener una taza de té sin derramarlo sobre la mesa.
Genio como elogio
Por otro lado, en algunas culturas y en ciertos contextos, es posible calificar a una persona de genio para agradecerle por la realización de un favor, especialmente cuando su accionar nos resulta muy útil (consigue sacarnos de una situación muy complicada, de la cual no sabíamos cómo salir).
Este uso también se da cuando el rendimiento del individuo nos parece fuera de lo común (repara un dispositivo electrónico con una destreza que no sabíamos que poseía, o que nos resulta imposible con nuestras propias manos, por mencionar una posibilidad).
Un ser mitológico
El concepto también puede usarse para nombrar a un ser fantástico de la mitología semítica. Esta acepción procede del árabe yinn, y no del latín genius. Los genios tienen distintos orígenes, según la tradición en cuestión. Para algunos pueblos, los genios eran espíritus de culturas desaparecidas, mientras que, para otros, son seres de fuego.
El islam sostiene que los genios constituyen una clase de seres creada por Dios que se diferencia de los hombres y de los ángeles. Se trata de una especie maliciosa, pero que no siempre resulta maligna. Los genios más benignos pueden embaucar o engañar, pero no suelen hacer el mal.
Esta creencia islámica se extendió en todo el mundo para nombrar como genios a ciertos seres fabulosos con figura humana, que suelen vivir dentro de una lámpara (como el genio de Aladino).