Gigante es un término que puede usarse como adjetivo o como sustantivo. El concepto se vincula a aquello que tiene un tamaño mucho más grande de lo que se considera habitual o normal.
La idea puede aplicarse para aludir a cuestiones físicas o simbólicas. Esto quiere decir que alguien puede ser mencionado como gigante por su talento, sus aptitudes, etc., y no por su cuerpo.
Los gigantes en la ficción
Si nos centramos en el terreno de la ficción y de la mitología, los gigantes son humanoides que se destacan por su tamaño descomunal, asociado a una enorme fortaleza. Aunque sus rasgos dependen de las diferentes tradiciones culturales y de cada autor, por lo general son criaturas agresivas que atacan a los seres humanos y siembran el terror.
El protagonista de la obra literaria que es señalada como la de mayor antigüedad, de hecho, es un gigante: Gilgamesh. Este gobernante sumerio es nombrado como hijo de un sacerdote y una diosa y se dice que medía más de 5 metros.
Si nos centramos en los mitos de la Antigua Grecia, encontramos a los cíclopes. Estos gigantes disponían de un único ojo ubicado en medio de la frente. En la Biblia, en tanto, Goliat es un gigante que fue derrotado por el rey David.
Los gigantes que persiguen a Lemuel Gulliver en “Los viajes de Gulliver” también son muy conocidos. Este libro fue publicado por Jonathan Swift en el siglo XVIII.
Su existencia en la realidad
Es interesante subrayar que hay quienes sostienen que los gigantes existieron en la realidad. Partiendo de los textos bíblicos y de la cultura popular, afirman que tiempo atrás hubo personas gigantes.
Guido von List (1848-1919) y Helena Blavatsky (1831-1891) están entre los autores que difundieron o defendieron esta teoría. Sin embargo, la ciencia no avala este tipo de versiones, circunscribiendo a los gigantes al terreno ficticio.
Hay que aclarar, de todos modos, que la medicina reconoce una enfermedad de tipo hormonal bautizada como gigantismo. Quienes la padecen segregan una cantidad excesiva de somatotropina, la hormona del crecimiento, con lo cual alcanzan una altura muy superior a la media.
El gigantismo se desarrolla en la etapa de crecimiento. Cuando la secreción exagerada sucede más adelante, se trata de acromegalia. De acuerdo a lo acreditado de manera fehaciente, el ser humano más alto de todos los tiempos fue el estadounidense Robert Wadlow (1918-1940), quien llegó a medir 2,72 metros.
Gigante en sentido simbólico
Como indicamos líneas arriba, se puede aludir como gigante a alguien que evidencia características extraordinarias. A dichas cualidades se les otorga un valor positivo.
Es posible expresar que el futbolista argentino Lionel Messi, por mencionar un caso, es un gigante. Ganó el Balón de Oro en siete oportunidades, fue elegido seis veces por la FIFA como mejor futbolista del mundo y es el máximo goleador histórico del seleccionado argentino y del F.C. Barcelona. Por otra parte, se coronó campeón de La Liga en diez ocasiones y de la Champions League en cuatro temporadas.
Un niño de 7 años que toca el piano con maestría, un anciano que obtuvo un doctorado y una mujer que enfrentó con valentía y logró superar una dura enfermedad también pueden ser calificados como gigantes.