Es interesante que comencemos conociendo el origen etimológico del término grifo antes de adentrarnos en lo que es su significado. En este caso, podemos exponer que deriva de la palabra latina «gryphus», que, a su vez, emana del término griego «gryphós». Una palabra que se empleaba para denominar a un animal fabuloso que se identificaba por ser una mezcla perfecta entre león y águila.
La Real Academia Española (RAE) reconoce más de una decena de acepciones del concepto.
En el terreno de la plomería o fontanería, un grifo es una llave que se emplea para permitir, regular o impedir el paso de un fluido. Estas llaves se instalan en la boca de las cañerías o tuberías para gestionar el uso de agua.
Los grifos, que también se conocen como canillas, cuentan con una llave de asiento, un vástago con rosca y una arandela de goma, cuero o caucho (llamada coloquialmente cuerito, soleta o zapata). Al girar el grifo, la persona abre o cierra el paso del agua ya que el mecanismo posibilita o bloquea la circulación del líquido.
Por lo general, en el extremo del caño del grifo, se instala una pieza con algún tipo de entramado para que el agua no caiga bruscamente, sino de manera sutil a modo de lluvia o de chorro fino.
La expresión «abrir el grifo», por otra parte, se utiliza en sentido simbólico para aludir a otorgar algo (por lo general dinero) sin control o requisitos, mientras que frases como «cerrar el grifo» o «cortar el grifo» refieren a lo opuesto. Por ejemplo: «Para evitar conflictos sociales, el gobierno está dispuesto a abrir el grifo y otorgar subsidios y ayudas», «Como reprobé los exámenes, mi padre me cerró el grifo y no me dará dinero para las vacaciones».
Un grifo, además, es un ser mitológico que tiene cabeza y alas de águila y cuerpo de león. En algunos casos se lo representa también con aletas de pez y orejas de caballo.
De la misma manera, no podemos pasar por alto tampoco la palabra hipogrifo, que hace referencia a a una criatura imaginaria que es híbrida, ya que viene a ser una especie de caballo alado pero que cuenta con la cabeza y algunos miembros de un águila.
En obras del poeta Ovidio, en la obra del siglo XVI «Orlando furioso», en algunos poemas de caballería e incluso en varios escudos heráldicos aparece esa figura tan singular que también ha vuelto a recobrar cierto protagonismo en los últimos años. Sí y todo porque el hipogrifo se hae presente en alguno de los libros de la emblemática saga literaria protagonizada por el joven mago Harry Potter, creado por la escritora J.K. Rowling.
En concreto, ha hecho aparición de dos de las novelas de dicha saga: «Harry Potter y el prisionero de Azkabán» y «Harry Potter y el cáliz de fuego».
Además de todo lo indicado, no podemos pasar por alto que en Perú se utiliza el término de grifo para referirse a una gasolinera y que también ese término puede encontrarse como apellido. Buena muestra de esto último es el punzonista italiano Francesco Grifo (1450 – 1518).
