El término henchido no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). Sí podemos encontrar la noción de henchidor, que alude a aquello que es capaz de henchir: colmar, ocupar un espacio hasta completar su capacidad.
Algo henchido, por lo tanto, está colmado o lleno. Por ejemplo: “Henchido de orgullo, el cantante abrió las puertas de su casa para presentar a su bebé”, “Tengo el corazón henchido de felicidad desde que conocí a mi novio”, “Es un buen disco, pero está henchido de sonidos de guitarras que le quitan protagonismo al resto de los instrumentos”.
Otras de las palabras que funcionan como sinónimo del término henchido que ahora nos ocupa son pleno, repleto, rebosante o pletórico. Por el contrario, entre las que ejercen como antónimos podemos destacar algunas tales como vacío o falto.
Muchas veces se produce una confusión entre la noción de henchido y el concepto de hinchado. La hinchazón alude a un aumento del volumen de un cuerpo; el henchimiento, a la ocupación total de un espacio. Solo en algunos casos la hinchazón y el henchimiento pueden coincidir, o la hinchazón puede provocar que algo quede henchido.
El verbo henchir suele emplearse de manera simbólica con una connotación positiva. De esta manera, si se dice que un individuo está henchido de gloria, se quiere hacer referencia a que se encuentra colmado de honor, fama o reconocimiento.
Supongamos que un joven completa una carrera universitaria, graduándose con el promedio más alto de su curso. Por eso recibe una medalla de honor y es felicitado por las autoridades académicas. El padre del muchacho, henchido de orgullo, le cuenta a todos sus familiares, amigos, compañeros de trabajo y vecinos el logro de su hijo. Además enmarca una fotografía del momento en que recibe la medalla y la cuelga en el living de su casa.
La palabra henchido también se usa en distintos himnos y canciones. Un ejemplo de ello es el himno de la Infantería Española, que se estrenó a comienzos del siglo XX y que fue escrito por los hermanos José y Jorge de la Cueva. Lleva por título “Ardor Guerrero” y su letra comienza de esta manera: “Ardor Guerrero vibre en nuestras voces y de amor patrio henchido el corazón”.
De la misma manera, en numerosas ocasiones se utiliza junto al término felicidad. En ese caso, unos buenos ejemplos podrían ser los siguientes: “Manuel está henchido de felicidad en el día de su boda pues ha conseguido casarse con la mujer que ama” y “Lucía se encuentra henchida de felicidad tras ver la carita a su hija que acaba de nacer».
Además de todo lo indicado no podemos pasar por alto tampoco el hecho de que el término que nos ocupa también se emplea en el mundo de los videojuegos. Buen ejemplo de ello es el videojuego llamado “Spyro The Dragon”, que tiene su origen en la década de los años 90 y que está protagonizado por el personaje que le da nombre.
En ese juego existe un trofeo que responde precisamente al título de Henchido y que se desarrolla en distintos escenarios, tales como un castillo hinchable.
