Se califica como herbívoro al animal cuya alimentación está basada en hierbas o, en un sentido más amplio, en los vegetales en general. En algunos casos, las especies que son principalmente herbívoras pueden consumir algunas proteínas animales a través de huevos o insectos.
En el grupo de los animales herbívoros, podemos encontrar granívoros (se alimentan sobre todo de semillas), folívoros (las hojas son su principal alimento), frugívoros (centrados en las frutas) y xilófagos (su dieta se basa en la madera). Es importante tener en cuenta que muchas veces la dieta de los herbívoros cambia durante el año de acuerdo a la estación.
Los rumiantes constituyen un ejemplo de animales herbívoros. Estos mamíferos se caracterizan por realizar la digestión en dos pasos: en un primer momento consumen las plantas y después desarrollan la rumia, que se basa en la regurgitación de la comida semidigerida para masticarla nuevamente, añadirle más saliva y deshacerla. Las vacas, los ciervos, las cabras y las ovejas son rumiantes y, por lo tanto, herbívoros.
La cadena trófica, también conocida como cadena alimentaria o cadena alimenticia, es una corriente de nutrientes y energía que se crea a partir de los modos de nutrición de los seres vivos que comparten un ecosistema. En ella es posible distinguir entre los productores primarios (seres que obtienen energía de nutrientes inorgánicos) y los consumidores (cuya energía procede de nutrientes orgánicos). Los animales herbívoros se clasifican como consumidores primarios: ingieren a los productores primarios.
Cabe destacar que, si un ser humano decide prescindir de la carne en su alimentación, no es definido como herbívoro, sino que se lo llama vegetariano (si come plantas, lácteos y huevos) o vegano (si no ingiere nada que tenga origen animal).
Para el resto de los animales, existen otros conceptos que permiten clasificarlos según su tipo de alimentación. Los carnívoros, por ejemplo, son aquellos organismos que consiguen los nutrientes y la energía que necesitan por medio de una dieta en la cual la carne es el único producto o bien el principal. En este grupo encontramos a los depredadores, quienes cazan directamente a otros animales y luego se alimentan de sus cadáveres, y a los carroñeros, que comen las sobras de los anteriores. En el ámbito de la ecología, se prefiere la palabra zoófago, que se define como «ser que se alimenta de animales».
Por otro lado tenemos los omnívoros, aquellos cuya dieta se compone tanto de plantas como de animales. Se los define como «comedores oportunistas» y también como «generalistas», ya que no poseen un organismo adaptado específicamente para una alimentación en particular. En este grupo, al que pertenecemos los seres humanos, encontramos varias especies, como ser los cuervos, los osos, los coatíes, las mofetas y los cerdos.
También existen los organismos insectívoros, que se alimentan exclusivamente de insectos. No debemos subestimar el volumen de la población de insectos en el mundo: si bien se trata de individuos muy pequeños, componen una porción considerable de la biomasa animal de la Tierra.
Entre los animales herbívoros más populares se encuentran los siguientes:
* caballo: estos animales son admirados por su belleza y por su presencia, aunque también son explotados por el ser humano para realizar trabajos forzosos. Tanto los que tienen la fortuna de vivir en la naturaleza como los que han sido esclavizados se alimentan exclusivamente de plantas, y por eso se consideran herbívoros;
* hipopótamo: si bien tiene una cuerpo muy robusto y a simple vista podría pasar por un gran depredador, su dieta se compone principalmente de césped;
* iguana: este reptil tiene una alimentación variada a lo largo de su vida, ya que durante la juventud incluye pequeños insectos y en la vejez se vuelve completamente vegetariana.