La hidrogeología es la rama de la geología centrada en el análisis de las aguas subterráneas, estudiando sobre todo cómo aprovecharlas. Sus aportes son claves para determinar cómo proveer de agua a las poblaciones.
Es importante recordar que la geología es la ciencia que se especializa en el origen, la naturaleza, el desarrollo y la configuración actual del globo terrestre. El prefijo hidro-, en tanto, alude al agua.
Retomando el concepto de hidrogeología (o hidrología subterránea), se encarga de investigar cómo y dónde surge el agua subterránea. Además indaga sus vínculos con el suelo; examina sus propiedades (tanto las químicas, como las físicas, radiactivas y bacteriológicas) y su estado (líquido, gaseoso y sólido); e inspecciona su circulación.
Otros dos conceptos con los que se relaciona el agua en el estudio de la hidrogeología son las rocas y los humedales. Se define humedal como un espacio de tierra normalmente plano cuya superficie sufre una inundación, ya sea de forma intermitente o permanente. El hecho de que el agua lo cubra con tanta regularidad hace que se sature y pierda su oxígeno, lo cual abre las puertas a un ecosistema que no acaba de ser ni terrestre ni acuático.
Más allá contribuir al aprovechamiento del agua subterránea por parte del ser humano, la hidrogeología también aporta conocimientos de importancia acerca de la contaminación y ayuda a comprender el ciclo vital de distintos elementos químicos.
Ya desde la Antigüedad el Homo sapiens intentó comprender los mecanismos hidrogeológicos. Dado que la subsistencia sin acceso al agua es imposible, el hombre siempre se propuso observar la naturaleza para hallar este recurso vital, tratando de determinar cómo acceder a él. La captación de manantiales y la construcción de galerías y pozos, en este marco, estuvieron entre los hechos que llevaron poco a poco al desarrollo de la hidrogeología.
Puede decirse, en definitiva, que la hidrogeología es una disciplina científica cuyo objeto de estudio son las aguas almacenadas y en circulación en el interior de la Tierra. Su nacimiento se asocia a la búsqueda del agua subterránea para su explotación, aunque con el paso del tiempo incorporó otros intereses, como el tratamiento de los entornos afectados por la contaminación de estas aguas.
Precisamente, además de perseguir la comprensión de los elementos químicos que residen en las aguas subterráneas, también interesa a la hidrogeología el estudio de aquellas sustancias que puedan contaminarlas. De éstas se observan su dispersión, su movilidad y el impacto que generan en el medio ambiente. En otras palabras, la hidrogeología atravesó una evolución a lo largo de la historia que la llevó a convertirse en una ciencia fundamental para evaluar sistemas ambientales de gran complejidad.
Abordar la hidrogeología de una región dada implica el estudio y la evaluación de los siguientes puntos, entre otros:
* las características del clima local, su régimen de lluvias y la composición de sus aguas;
* las rocas, teniendo en cuenta sus características, tales como la porosidad, la permeabilidad, la composición química y la fisuración, sin dejar de lado las cuestiones geotectónicas y geológicas;
* los vínculos entre las aguas subterráneas, las cuevas y la geología;
* todos aquellos procesos que afectan directa o indirectamente el desplazamiento de las aguas subterráneas, tanto en los sedimentos como en las rocas;
* aspectos como la hidrogeoquímica y la hidroquímica.
El ser humano lleva mucho tiempo intentando descifrar todos los secretos de la arquitectura de la Tierra, y uno de los caminos que encontró para alcanzar tal objetivo fue dividirla en varios dominios, algunos de los cuales son los siguientes: la geósfera, la parte interna y la que incluye el manto terrestre y los varios continentes; la atmósfera, los diferentes gases y sus grupos; la biósfera, el espacio que corresponde a la masa viva; la hidrósfera, todas aquellas formas en las que encontramos agua en nuestro planeta.