La historia nos permite experimentar lo que somos.
Se conoce como historicismo a la tendencia de la filosofía que circunscribe la realidad al desarrollo histórico. De acuerdo a esta postura, todo es producto de la historicidad.
TemasExperimentar lo que somos
El alemán Leopold von Ranke y el italiano Benedetto Croce son señalados como los padres del historicismo. Esta teoría considera que el ser es el resultado del devenir histórico: por lo tanto, la historia es aquello que permite al ser humano experimentar lo que es.
El historicismo, en este marco, apunta a explorar de forma sistemática los hechos históricos (es decir, los acontecimientos que cuentan con relevancia para las personas) para que el pasado se exprese por sí mismo. La historia, sin embargo, no es el pasado; por el contrario, es conocimiento presente que surge a partir de una motivación registrada en el hoy.
Parte de un proceso histórico
Otra manera de entender el historicismo es como una corriente del pensamiento orientada a la construcción del sentido histórico. Para los historicistas, la naturaleza humana solamente puede ser comprendida tomando al hombre como parte de un proceso histórico que nunca se detiene.
Esto quiere decir que la ciencia, las instituciones y la cultura, por ejemplo, tienen que pensarse partiendo de la historia. Cualquier asunto humano, de hecho, debe ser analizado según estudios históricos, ya que no hay realidad que no sea una consecuencia de sus precedentes.
Toda la historia está conectada
Otro postulado del historicismo indica que la totalidad de los sucesos históricos están conectados. A través de la investigación de estos acontecimientos se llega al conocimiento y a la comprensión de los problemas del ser humano.
Historicismo en la música
En el ámbito de la música académica existe la denominada interpretación historicista, que también se conoce por los nombres interpretación auténtica, investigada históricamente o de período. En pocas palabras, se trata de la ejecución de una pieza intentando aproximarse a todas las características que haya tenido su reproducción en la época en la que se estrenó. Es importante recordar que al hablar de música académica debemos incluir alrededor de tres siglos de composiciones, que comenzaron en el barroco, pasaron por el clasicismo y concluyeron en el romanticismo.
Para conseguir una interpretación fiel al historicismo es necesario hacer diferentes cambios, tanto en el equipo como en la preparación técnica. En primer lugar, es muy común el uso de instrumentos «de época», ya sean originales (elaborados en la época de la composición) o bien imitaciones fieles. Esto se relaciona con el tema de la afinación: se sabe que en el pasado los instrumentos tenían una afinación ligeramente más grave que en el presente, de manera que su sonido se aproximaba bastante al del semitono precedente. En palabras más sencillas, un FA del 1800 sonaba a penas más agudo que un MI de la actualidad.
Una interpretación historicista requiere adaptar la afinación, los instrumentos y otros aspectos.
Para una soprano especializada en la obra de Vivaldi, por ejemplo, esta diferencia puede representar un cambio drástico en su salud vocal, sobre todo en los pasajes más exigentes. Ciertas piezas que en el papel parecen imposibles pueden enfrentarse de otra manera si se ajusta la afinación a las características de la época. Además, para las personas más perceptivas, el historicismos permite escuchar la música tal cual fue concebida por los compositores, algo que no tiene precio.
También debe estudiarse el estilo, ya que no basta con la reproducción de notas en una nueva afinación para conseguir una interpretación historicista. El escenario, la acústica y la vestimenta son otros aspectos que pueden mejorar el resultado. Una de las figuras del mundo de la ópera a quien le debemos un trabajo historicista sin igual es la mezzosoprano italiana Cecilia Bartoli, una pionera en éste y otros emprendimientos en favor de la conservación de la música.
