Cada elemento de un holón influye y es influido
El escritor húngaro Arthur Koestler (1905-1983) acuñó el término holón en 1967, cuando publicó su libro “The Ghost in the Machine”. El concepto, en el ámbito de la filosofía, alude a aquello que simultáneamente es una parte y un todo.
TemasUn flujo bidireccional de información
Un holón, por lo tanto, es un componente de algo mayor y, a la vez, está compuesto por elementos menores. Los holones influyen en las entidades mayores y son influidos por las fracciones menores que lo forman.
La existencia de los holones implica un flujo bidireccional de información entre estructuras de diferente tamaño o magnitud. Cuando las partes no reconocen su subordinación al todo, o cuando el todo no admite su dependencia de las partes subsidiarias, el sistema deja de funcionar correctamente.
Puede decirse que todo lo que existe es un holón. O, expresado de otro modo, que no hay nada que exista y no sea un holón. La realidad, en este marco, se compone de holones: totalidades que forman parte de otras totalidades.
El holismo
La idea de holón se vincula con la noción de holismo. Esta palabra refiere a la doctrina que entiende la realidad como un todo que es diferente de la agregación de las partes que lo integran. Se trata de una posición que se relaciona tanto con la metodología como con la epistemología y que considera sistemas de diferentes tipos, como ser biológicos, físicos, económicos, sociales, lingüísticos y mentales.
Por metodología entendemos una serie de procedimientos de tipo racional que se usan para conseguir un objetivo; la epistemología pertenece a la filosofía y se enfoca en el conocimiento científico teniendo en cuenta su posibilidad, sus fundamentos, su alcance y su naturaleza. Las propiedades de un sistema, de acuerdo con el holismo, se deben estudiar en conjunto, en lugar de observarlas de manera individual. En otras palabras, debemos entender que el sistema es un holón.
Lo más importante es no negar esta dependencia mutua entre los elementos; mientras respetemos este punto, podemos estudiar las partes por separado, sin olvidarnos de su influencia en las superiores y viceversa. Por otro lado, no debemos confundir el holismo como una doctrina que simplemente asocie los componentes de un sistema: la idea de holón va más allá de un equipo o un grupo, porque en lugar de resaltar la individualidad se enfoca en la sinergía (el resultado de la acción conjunta supera las capacidades de las partes).
Este último dato es esencial para entender el concepto de holón, y se puede graficar con un ejemplo simple: que nuestra mano pueda agarrar objetos y nuestro cerebro, procesar datos, no significa que en conjunto no puedan hacer mucho más, como tocar el piano, pintar o cocinar. Otros dos conceptos que se suman en este punto son la interacción y la interdependencia, porque las partes no sólo actúan en conjunto sino que dependen de la otra para funcionar.
Los resultados de la acción conjunta superan las posibilidades individuales
Para la física
En el terreno de la física, un holón es una cuasipartícula (una entidad reconocible en determinados sistemas con partículas en interacción). También denominado cargón, esta cuasipartícula surge cuando se separa la carga de espín del electrón. A nivel teórico, se considera que el electrón es la unión del holón y otras dos cuasipartículas denominadas orbitón y espinón.
Los electrones experimentan una mutua repelencia que se debe al principio de exclusión de Pauli, una regla que fue definida en el año 1925 por Wolfgang Ernst Pauli según la cual no pueden coexistir dos fermiones (los electrones son fermiones) de idénticos números cuánticos en un sistema. Esto conduce a la obligación de alterar su comportamiento cuando se aproximan en un entorno demasiado concurrido.
