Homo es un elemento compositivo que procede de la lengua griega y que tiene como significado la idea de “igual”. Esto quiere decir que dicho elemento permite generar vocablos compuestos a partir de su significado.
Por ejemplo: la homosexualidad (homo–sexualidad) es una noción que hace referencia al deseo o la actividad sexual entre personas de igual sexo (hombre/hombre, mujer/mujer).
Conceptos que usan el elemento compositivo homo
La homonimia, por su parte, refiere al vínculo de semejanza en la manera de pronunciarse o escribirse dos palabras de significado diferente o con distinto valor gramatical: “Tengo que ir al banco a retirar dinero”, “Esta mañana buceamos y vimos un hermoso banco de peces”, “Voy a sentarme en un banco para descansar un poco”.
Otro término que hace uso de este prefijo es homogéneo, y denota que algo forma parte de un grupo o género, cuyos exponentes comparten las mismas características. También hace alusión a la uniformidad, por ejemplo, en la composición de una sustancia química o en el resultado de haber mezclado diversos compuestos. En un plano menos específico, un conjunto homogéneo de personas puede significar que dichos individuos presentan habilidades o conocimientos similares, o bien que responden a una serie de requisitos específicos como edad, género o gustos, si se tratase de una estadística o un estudio sociológico que buscara estudiar a una porción en particular de la población.
Homología, por otro lado, se refiere a la equivalencia de, por ejemplo, dos conceptos o poderes. Como se explica en la definición de homólogo, puede utilizarse para hablar de dos puestos gubernamentales de diferentes países que son pares entre sí, aunque existan ciertas variaciones debidas a las leyes de cada lugar. En el plano del conocimiento, homologar dos títulos universitarios consiste en establecer el porcentaje de coincidencias entre los programas educativos de dos centros distintos, para posibilitar a una persona ejercer su profesión o continuar estudiando en el extranjero; en algunos casos, para conseguir una total compatibilidad, se exige el cumplimiento de algún trabajo o examen complementario.
Mismo sonido, diferente ortografía o significado
En el campo del lenguaje, dos palabras homófonas suenan igual pero poseen diferente ortografía. Algunos ejemplos son «honda» y «onda», «arte» y «harte», «baso» y «vaso».
Asimismo, existe un fenómeno denominado homografía, que puede o no ir de la mano de la homofonía; en este caso, se trata de vocablos que se escriben exactamente igual, tales como «dije» del verbo decir, y «dije» como una alhaja colgante.
El género Homo
Escrito con mayúscula inicial (Homo), se trata del género que engloba a los primates homínidos que pertenecen a la tribu de los homininis. El ser humano y sus antepasados más cercanos pertenecen al género Homo.
Se cree que el género Homo surgió hace casi dos millones y medio de años. El Homo rudolfensis y el Homo habilis habrían sido los primeros exponentes de este género. Cabe destacar que, con la excepción del Homo sapiens (el ser humano actual), todas las especies de Homo se han extinguido.
Los expertos sostienen que el Homo neanderthalensis (extinto hace unos 30.000 años) y el Homo floresiensis (que subsistió hasta cerca de 12.000 años atrás) son los supervivientes más recientes del género (más allá del mencionado Homo sapiens, que aún sobrevive).
Entre las características de los Homo, pueden mencionarse su condición de bípedos, la verticalización absoluta de su cráneo y la denominada hipercefalización.
Una connotación despectiva
Lejos de la teoría darwiniana y de la búsqueda del origen de la especie humana, homo puede utilizarse como un sinónimo despectivo de la palabra homosexual.
Como tantas otras formas que las sociedades han encontrado de insultar a los homosexuales, se trata de utilizar el propio concepto con una connotación negativa, generando un punto de discusión sin salida, dado que se ataca el gusto por el mismo género en su totalidad y no un rasgo en particular.