El horror es un sentimiento provocado por algo espeluznante, horripilante o terrorífico. Se trata de una emoción vinculada al miedo más intenso.
Por ejemplo: «Me causó horror ver el automóvil de mi hijo destrozado», «Horror en Santa María: un hombre asesinó a tres compañeros de trabajo y luego se suicidó», «Los rostros de horror del público al notar que el acróbata no se movía tras la caída daban cuenta de la gravedad de la situación».
Aunque se suele asociar el horror al miedo, se trata un sentimiento que va más allá, a diferencia del terror. El horror es, en esencia, una impresión desagradable provocada por un elemento pavoroso (una situación, una imagen, un sujeto).
En ocasiones, el horror es una aversión hacia algo o alguien. Una persona puede afirmar que las arañas le generan horror porque, al encontrarse con una de ellas, siente asco o rechazo y la necesidad de alejarse de manera inmediata.
En el terreno del arte, horror y terror suelen emplearse como sinónimos. Hay libros y películas destinadas a horrorizar o aterrorizar a la gente a través de historias macabras y escenas truculentas (con asesinatos, torturas, etc.). Sin embargo, algunos especialistas distinguen entre el género del horror (que provoca sensaciones físicas) y el género del terror (más vinculado a lo psicológico).
Dependiendo del contexto, algunas personas enmarcan las películas de terror en el grupo de las «de miedo» mientras que las de horror las asocian a otras etiquetas que hacen referencia al grado de violencia explícita que las caracterice. Cabe mencionar que un mismo individuo puede ser apasionado del género de terror y sentir un profundo rechazo por el de horror, en especial si no puede soportar las escenas más violentas y sangrientas.
Pero no todos coinciden en las características que distinguen el terror del horror. Además de lo expresado hasta el momento, hay quienes los definen de la siguiente manera:
* el terror se consigue mediante una serie de sucesos que puedan ser explicados mediante la razón. En otras palabras, deben ser provocados por seres vivos pertenecientes a la realidad, como ser humanos o animales;
* el horror, por otro lado, se relaciona con el terreno paranormal, es decir, las historias de duendes, fantasmas, brujas, monstruos y demás seres cuya existencia nunca ha sido probada.
El horror cósmico es un género literario que creó el escritor H. P. Lovecraft. Su obra se aparta del horror tradicional, en el cual los monstruos eran fantasmas o demonios, y los presenta como seres materiales de origen racional.
«Hostel» es un ejemplo de filme de horror. Estrenada en 2005, esta propuesta dirigida por Eli Roth presenta mutilaciones en primer plano y exhibe una enorme cantidad de sangre que impacta en el espectador.
En el lenguaje coloquial, por otro lado, la idea de horror se emplea en plural (horrores) para calificar a algo abundante o numeroso: «Sufrí horrores mientras aguardaba el resultado del examen», «Nos divertimos horrores en la casa de la abuela».
También es posible hablar de horror para describir situaciones que nos causan un profundo desagrado con mezcla de tristeza, especialmente cuando nos relatan la historia desafortunada de otra persona. Por ejemplo, al oír los sucesos lamentables de un niño que creció en la calle, tales como los abusos sexuales y psicológicos, la ausencia de afecto y la explotación, es común usar expresiones como «¡qué horror!».
En el habla cotidiana esta misma expresión puede emplearse con mucho menos peso, en el contexto de una conversación trivial. Si alguien le cuenta a otra persona que tuvo que esperar dos horas antes de que lo atendieran en una oficina municipal para hacer un trámite, la respuesta «¡qué horror!» no representa los mismos sentimientos y sensaciones del párrafo anterior sino la empatía ante una situación engorrosa, aburrida o agotadora.