El concepto de ileso, cuyo origen etimológico se encuentra en el latín illaesus, se emplea para referirse a aquel que no sufrió lesión o a aquello que no registró ningún daño. La idea de ileso, por lo tanto, se vincula a lo indemne, lo intacto o lo incorrupto.
Esa mencionada palabra latina de la que deriva hay que exponer que es fruto de la suma de dos componentes léxicos bien diferenciados:
-El prefijo “in-”, que puede traducirse como “no”.
-El adjetivo “laesus”, que es sinónimo de “golpeado” o “herido”.
Por ejemplo: “El pianista fue protagonista de un accidente automovilístico cuando conducía por la Avenida Central pero, por fortuna, salió ileso de la colisión”, “Ayer se me cayó el teléfono nuevo de las manos y quedó ileso: parece que es muy resistente”, “El candidato opositor resultó ileso de un ataque armado perpetrado a la salida del debate televisivo”.
Entero, sano o saludable son otras palabras que ejercen como sinónimo del término que ahora nos ocupa. Por el contrario, entre sus antónimos nos topamos con palabras tales como damnificado, dañado, perjudicado o incluso herido.
Tomemos el caso de un motociclista que circula a alta velocidad y, de pronto, pierde el control de vehículo. De este modo sale disparado y, tras volar varios metros, impacta contra el suelo. Si, sorprendentemente, este sujeto no se fractura ningún hueso ni padece ningún tipo de herida, puede decirse que salió ileso del accidente.
La noción de ileso además puede usarse en sentido simbólico. Supongamos que un dirigente político, acusado de corrupción y criticado desde diversos sectores, brinda una conferencia de prensa. Luego de dos horas de responder las preguntas de los periodistas, los analistas consideran que el político resultó ileso ya que esgrimió argumentos convincentes ante cada consulta.
Un objeto también puede quedar ileso. Si un terremoto provoca grandes daños en un museo, derrumbando su estructura y destruyendo numerosas piezas, pero una escultura sale incólume y no evidencia consecuencias de la destrucción, se puede afirmar que resultó ilesa del sismo.
De la misma manera, no podemos pasar por alto tampoco la existencia de la canción “Ileso”. Esta, que es interpretada por los cantantes Romeo Santos y Teodoro Reyes, forma parte del álbum “Utopía”, que se publicó en el año 2019, y gira en torno al amor y desamor como así lo indica su letra: «Yo firme no me doblé, salí ileso de tus vientos. Solo una ráfaga al momento que a mí no me pudo vencer”.
En el ámbito de la literatura también nos encontramos con distintas obras que utilizan el término que estamos abordando en sus títulos. Este sería el caso, por ejemplo, de “Rebelde ileso”, un libro escrito por Hermenegildo Sabat con el que lleva a cabo un singular recorrido por su vida a través de los cuadros que ha pintado.
También está la obra “De la sociedad nadie sale ileso”. Se trata de un trabajo realizado por Alejandro Ruiz con el que intenta animar a cualquier persona a dar los pasos necesarios para lograr los objetivos que tiene.