Del latín illicĭtus, un ilícito es aquello que no está permitido legal o moralmente. Se trata, por lo tanto, de un delito (un quebrantamiento de la ley) o de una falta ética.
Por ejemplo: “Hemos apresado a un hombre que acababa de cometer un ilícito en el centro comercial”, “El sospechoso tiene antecedentes por distintos ilícitos, desde robos hasta asesinatos”, “Es ilícito pensar que, con unos pocos gestos felices, subsanará años de injusticias”.
Acto ilícito y causa ilícita
Se conoce como acto ilícito al acto contrario a derecho. La causa ilícita, por otra parte, es aquella que se opone a las leyes o a la moral.
“El intendente cometió un acto ilícito y debe responder ante la Justicia” y “Mi despido tiene una causa ilícita: tengo derecho a exigir una indemnización” son expresiones que recurren a estos conceptos.
Distintas infracciones
No podemos olvidar que también existe lo que se conoce como ilícito administrativo. Se trata de un término que es definido como el acto o la conducta que es totalmente contraria a lo que establece el Derecho. Es decir, el ilícito administrativo es la infracción que suele tener una sanción determinada. Entre los ejemplos más comunes de aquel estarían las multas de tráfico.
Adentrándonos un poco más en la definición de dicho término podemos establecer también que un ilícito administrativo es el conjunto de prohibiciones que se organizan dentro de los ordenamientos administrativos.
De la misma manera, también está el ilícito tributario que puede decirse que es una violación de las leyes financieras existentes. Esta acción da lugar a que la persona infractora tenga que “compensar” aquel acto mediante el pago de una cantidad de dinero bien al Estado o a otro ente de tipo público.
Clausura temporal del establecimiento, inhabilitación o prisión son otras de las principales sanciones que se pueden establecer a alguien en base a aquella acción realizada.
Nos encontramos además con cuatro tipos diferentes de ilícitos tributarios: formales, materiales, como el no haber realizado el pago de un tributo; sancionados con pena de cárcel, como la defraudación de tipo tributaria, y referentes a las especies gravadas y fiscales.
Enriquecimiento ilícito y otros delitos
El enriquecimiento ilícito es un concepto que hace referencia al acto de enriquecerse por medios contrarios a la ley. La noción suele ser utilizada para nombrar al funcionario público que aprovecha su poder y autoridad para realizar negociados ilegales o que obtiene dinero gracias a sobornos: “El presidente será acusado por enriquecimiento ilícito ya que no pudo justificar cómo adquirió una mansión valuada en un millón de dólares”, “El funcionario quedó procesado por enriquecimiento ilícito y podría pasar hasta cinco años tras las rejas”.
No obstante, tampoco podemos pasar por alto que existen otros actos igualmente delictivos tales como el comercio ilícito o el tráfico ilícito de obras de arte que, de la misma manera, llevan a muchas personas a ser juzgadas y condenadas con penas de cárcel.
El término contrario a ilícito es lícito (del latín licĭtus), que permite nombrar a aquello que es justo y que está permitido según la justicia y la razón: “El comportamiento del señor puede ser cuestionable desde el punto de vista ético, pero es lícito y no punible por la ley”.