Imprimar es un verbo que se emplea con referencia al acto de preparar adecuadamente aquello que se teñirá o pintará. Al imprimar una superficie, por lo tanto, se realizan las tareas necesarias para que quede lista para ser teñida o pintada.
Los murales, los lienzos, las maderas, los papeles y los pergaminos son los elementos que suelen imprimar los artistas para convertirlos en soportes pictóricos. Las características de la imprimación dependen de las propiedades de cada material.
Para imprimar un metal, por ejemplo, es habitual que se aplique una capa de pintura anticorrosiva. Esta sustancia actúa como base para lograr la inhibición de la oxidación y para que la superficie adquiera las condiciones necesarias para ser recubierta con otra clase de pintura o esmalte.
A la hora de imprimar hay que tener en cuenta el tipo de superficie del que se trata pues esa determinará la manera de llevar a cabo esa operación, el número de capas e incluso el dispositivo que se debe usar para realizarla.
De esta manera, por ejemplo, si se desea imprimar una madera lo que se va a lograr es protegerla y prepararla para un acabado final. En este caso, serán necesarios artículos tan importantes como los siguientes: cola blanca como la que usan los carpinteros, lija, una brocha, un recipiente de cristal, lana de acero y agua.
Supongamos que una persona desea pintar un banco de hierro que estará al aire libre. El sujeto puede imprimar el banco aplicándole pintura anticorrosiva y luego, una vez que ésta ya se secó, usar otro producto para conferirle color y brillo.
De la misma manera, dentro de las manualidades podemos destacar que también el material conocido como goma EVA se suele imprimar. Con cualquier tipo de artículos realizados con esa se puede acometer el proceso de imprimar que es habitual que se acometa con productos específicos para ello como sería el caso, por ejemplo, del Plastidip.
En este caso, se lleva a cabo una primera capa de imprimación con aquel y cuando ya se ha secado de forma conveniente se procede a aplicar otras dos más siguiendo la misma pauta. De esta manera, se conseguirá una pieza con acabado realmente perfecto.
A la hora de realizar y pintar miniaturas de todo tipo de artículos o de figuras se puede optar por proceder a imprimarlas con un aerógrafo. Se considera que llevar a cabo esa medida con dicho dispositivo es beneficiosa en tanto en cuanto se convierte en un proceso rápido, sencillo y preciso.
Es importante tener en cuenta que el acto de imprimar puede desarrollarse para proteger, aislar, fijar y/o sellar la superficie. En última instancia, el objetivo es facilitar la adhesión de la pintura que se aplicará tras el proceso.
En Perú, de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), la idea de imprimar se utiliza para aludir a la cobertura de la parte no pavimentada de una carretera con una sustancia asfáltica, con la intención de minimizar la erosión.
En el contexto del universo de la saga “Crepúsculo”, por último, imprimar es lo que sucede con un hombre lobo cuando conoce al amor de su vida y este ser humano pasa a ser la razón de su existencia.